A Nise, dándose a la vela

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​A Nise, dándose a la vela​ de José Joaquín de Olmedo

 Ay, que de tu nave
ya se hinchan los linos
al soplo del viento
y de mis suspiros.
Bella fugitiva,
mi hechizo, mi amor.
      Piensa en mi tormento
      al decirte adiós.

 El fuego secreto
que en el pecho mío
hace un año que arde
sin ser conocido,
hoy nada respeta,
hoy ya es un delirio
y un ciego furor...
       Piensa en mi tormento
       al decirte adiós.

 Cual tímida virgen
que, cuando la miran,
toda ruborosa
tiembla y se retira,
y piensa que es crimen
aun alzar la vista,
tal era mi amor.-
       Piensa en mi tormento
       al decirte adiós;

 Hoy es un guerrero
que a todo se atreve,
y que entre las llamas
y la cierta muerte,
intrépido, osado,
el muro rebelde
pisa triunfador.
       Piensa en mi tormento
       al decirte adiós.

 Cual débil arroyo
de agua cristalina
que en murmurio blando
corre y se desliza,
y a cualquier tropiezo
cortés se desvía,
tal era mi amor.-
       Piensa en mi tormento
       al decirte adiós;

 Hoy es un torrente
que, con furia extraña,
de escarpado monte
despeñado baja,
y a los hondos valles
loco se arrebata
con grande fragor.
       Piensa en mi tormento
       al decirte adiós.

 Cual sólo te atreves,
céfiro suave,
a mecer las flores,
y, oculto en su cáliz,
apenas respiras
su aroma fragante,
tal era mi amor.-
       Piensa en mi tormento
       al decirte adiós;

 Hoy es un terrible
huracán violento,
que arrasa los campos,
amenaza al cielo,
las nubes inflama,
y en el mar tremendo
ceba su furor.
       Piensa en mi tormento
       al decirte adiós.