Acuerdo del Partido Agrario Laborista para apoyar a Carlos Ibáñez del Campo en su candidatura presidencial

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PARTIDO AGRARIO LABORISTA

VOTO POLÍTICO

APROBADO EN LA CONVENCIÓN DE CHILLÁN

1951

[Se acuerda]

1.Reafirmar la invariable conducta política que el Partido Agrario Laborista, ajeno a todo oportunismo, ha mantenido en sus congresos y directorios generales; y reiterar su postulación doctrinaria, que rechazando los extremismos, inspirados en concepciones caducas o antinacionales, señala la necesidad de instaurar un nuevo orden político, económico y social, que responda al sentir de los hombres de trabajo, a través de un Estado orgánico y funcional, expresión permanente de las aspiraciones de la Comunidad Nacional.

2. Reconocer que existe un avasallador movimiento –expresión de la voluntad popular- impulsado por las fuerzas vivas de la nación, que anhela el perfeccionamiento de la democracia, que el gobierno cumpla su misión con dignidad y austeridad, que imprima a su acción jerarquía y honstidad y un verdadero espíritu de justicia social, aspiraciones todas que constituyen la razón de ser del Agrariolaborismo.

3. Declarar que la crisis moral, política y económica que vive la república es producto de una acción de gobierno anárquica e inorgánica que se ha traducido en un estado de total indisciplina colectiva, de frenética especulación económica, de inmoralidad política, administrativa y social.

4. Reafirmar, una vez más, que el Partido Agrario Laborista, consecuente con su posición eminentemente nacional, rechaza todo pacto con el Partido Comunista, por ser ello irreconciliable con su razón de ser doctrinaria.

5. Establecer claramente que no confunde con el Partido Comunista las legítimas aspiraciones de las clases asalariadas; que no acepta que, bajo el pretexto comunista, se instaure un Estado policial que reprima tales aspiraciones, y que igualmente rechaza que se pretenda identificar con dicho partido los anhelos de una auténtica política nacional que exija la obtención de nuestra independencia económica en base a la legítima explotación y aprovechamiento de nuestras riquezas naturales.

6. Promover un entendimiento con fuerzas políticas renovadoras y sanas, que abra definitivamente un nuevo cause a la vida cívica nacional, y que permita realizar –mas allá de transitorias diferencias- los postulados de una nueva acción política, de carácter nacional y de avanzada, que supere de una vez por todas la ficticia división de Izquierda y Derecha.

7.Hacer suya y proclamar la candidatura a la Presidencia de la República del eminente ciudadano senador don Carlos Ibáñez del Campo, candidatura que se ha levantado como bandera de este movimiento nacional y popular, que representa la sana reacción de un pueblo hastiado de politiquería y agobiado de problemas, siendo el ex Presidente depositario de la fe y las esperanzas de mejores días para la patria.