Bonaparte (DCB)

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Nota: En esta transcripción se ha mantenido la ortografía original.

BONAPARTE.


Juntando este artículo del Diccionario manual con otro que está en la n (¡ojalá fuera la de palo! -- V. Napoleon), resulta que «Bonaparte es el gefe de los filósofos, el producto de todas las especulaciones y operaciones mas sublimes de la filosofía, y la demostracion mas clara de sus progresos.»

Yo no puedo aqui menos de admirar el zelo de nuestro religioso autor. Quisiera tambíen poderle aplaudir; mas sin consultarlo antes con un lector de casos, no me atrevo: no me atrevo efectivamente à celebrar como virtud el fraude piadoso con que el diccionarista, sin duda llevado de un santo fin cual lo es sin duda el mejor servicio de Dios, suponiendo enemigos de Dios a los filósofos (porque lo son de él), trata de hacerlos odiosos delatándolos al pueblo por sectarios y discípulos de Napoleon, á quien titula de gefe de los filósofos.

Gefe de foragidos ya sabíamos los españoles que es, y bien a costa nuestra; pero ¡gefe de filósofos! esta es una novedad singular para el mundo todo, pero novedad que no creerá todo el mundo. Nuestro lexicógrafo llama a Bonaparte gefe de los filósofos con la misma propiedad que pudiera llamar á un lobo gefe de las ovejas, ó guarda-pollos á un aguilucho. Eso es insultar con amargos sarcasmos a la filosofía y la humanidad.

La doctrina de Napoleon no está en los libros de filosofia: al contrario, no se lee página en ellos que no sea una reprobacion de todos los pensamientos, palabras y acciones de ese monstruo de tirania. De aqui la guerra sorda que ha removido contra los filósofo, y la guerra abierta que últimamente ha declarado a los libros y á las imprentas.

¿De que pueden servir los filósofos á un tirano? Hombres rudos y brutales son los que el quiere para llevar su intentona adelante, no gente racional y pensadora. Vease sino que propagandas de filósofos ha esparcido por el mundo á predicar la doctrina de su sistema continental, ó sease esclavitud del continente.; ¿Que sabios del Instituto nos ha enviado a España á que nos adoctrinen, nos regeneren, nos bonapartizen? Un bárbaro Murat, mas bárbaro que Muza, y otros alarbes de la misma raza, esos son los apóstoles que no; ha mandado de mision, los cuales seguramente no han venido al frente de filósofos éticos ni políticos, ni armados de Rousseau ni Voltaire, sino de volteadores y gendarmas, de fieras bayonetas y horrísonos cañones.

Pues, para sus laberintos de gabinete ¿de que filósofos ha echado mano Napoleon? -De ninguno. Bonaparte sabe muy bien que para sus tramas y embolismos le pueden servir mejor un obispo de Autun y un cardenal Maury, que el filósofo Carnot, y todos los de su categoría. En una palabra, Bonaparte es harto bellaco para no saber que para dominar, para sojuzgar, para tiranizar, vale mas declararse gefe de soldados ( aunque sean del papa ), que no gefe de filósofos.