Carta abierta de Alicia Bonet al Gobierno Argentino

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CARTA ABIERTA

al PRESIDENTE de la NACION, a los SEÑORES MINISTROS, SENADORES, DIPUTADOS.

a los DIRIGENTES POLITICOS, SINDICALES y ESTUDIANTILES de la REPUBLICA ARGENTINA.

El 22 de agosto de 1997 se cumplen 25 años de los hechos de "Trelew". Me dirijo a ustedes, una vez más, para que sea restituida la verdad histórica, que es la obligación con la sociedad argentina, con las nuevas generaciones; y son ustedes los representantes.

Desde Francia, el país que me dio asilo, exijo que se hagan públicos los nombres de los responsables directos e indirectos de los sucesos de Trelew y de esa manera pemitir que la justicia sea rendida a los pocos familiares de TreIew que no fueron exterminados.

El 22 de agosto de 1972 es una fecha histórica para el país. En el mismo lugar que las cenizas de la Patagonia trágica dejaron iluminada una ultima chispa, se inicia la política del terrorismo de Estado que culminará con el golpe de 1976. Allí se decide de acuerdo con criterios nazis, la supresión física de los militantes populares, allí se inicia la "solución final" como el método de exterminio por parte de las Fuerzas Armadas Argentinas.

Trelew fue el preludio de una época sangrienta. El General Lanusse, íntimamente vinculado con el nacionalismo de derecha y con grupos fascistas ligados a la burocracia sindical, asume la decisión de ejecutar a los presos políticos de Trelew. Son los mismos grupos que a partir de 1973 forman la dirección de López Rega, las famosas "triple A" que en dos meses (entre Julio y setiembre de 1974) produjeron 220 atentados, 60 asesinatos, 44 heridos y 20 secuestros.

Es así que nuestra historia continúa, cuando en 1975 Isabel Perón decreta la intervención del ejército en la lucha contra la guerrilla, este ejército preparará, modificará y mejorará, los métodos de eliminación física de una generación.

Como dijo el General Sain Jean (Gobernador de Buenos Aires): "nosotros vamos a matar a todos los agentes de la subversión, después a los colaboradores, a los simpatizantes, después a los indiferentes y terminaremos con los tímidos". En el golpe de 1976 y sin gran dificultad, los veteranos de Tacuara, de la Triple A, los mercenarios de la muerte, se asimilan sin dificultad a las fuerzas represivas de la dictadura militar de Videla.

El 22 de agosto de 1972, fueron asesinados - en la base naval Almirante Zar - 16 presos políticos quienes habían sido trasladados allí seis días antes, luego de una acción conjunta (de Montoneros - ERP - FAR ) de fuga de la cárcel de Rawson. La acción no pudo realizarse con total éxito y es así que como ante un juez, autoridades militares y la prensa se rinden el 16 de agosto.

Es el capitán Sosa que da su palabra de honor sobre las condiciones de seguridad con la que serán tratados los presos una vez que se rindan y entreguen las armas: ¿Es el mismo capitán Sosa, el teniente de Navío Bravo, y el Teniente del Real, y el Cabo Mirandino, junto al capitán Herrera; que los ejecutaron en la noche del 22 de agosto? ¿Las órdenes las recibieron del General Betti, del Mayor Laroca y del almirante GNAVI? ¿Del General Lanusse? ¿Qué pasó en la base Almirante Zar?

Oficialmente la opinión pública argentina fue informada de una serie de mentiras contadas por el contraalmirante Hermes Quijada, y durante la noche del 22 de agosto el gobierno sanciona la ley 19797, por lo que se establecen penas de prisión para quienes divulguen imágenes de personas ligadas a grupos subversivos, impidiendo toda difusión de la verdad.

El pueblo argentino comprendió que la mentira era tan grande como la sangre derramada.

Desde hace 25 años exijo que se establezca la verdad. La prensa oficial, el gobierno argentino, deben publicar de manera solemne los textos íntegros de los tres sobrevivientes de Trelew (Haidar, Berger, Camps hoy detenidos desaparecidos).

Exijo que reaparezca el juicio caratulado: Bonet Alicia, contra el Estado Nacional (Comando en Jefe de la Armada) S/ daños y perjuicios, radicado en el juzgado de la primera instancia en lo federal, Civil y Comercial Nº 6, el 20 de octubre de 1972.

Exijo que se divulguen los resultados de la autopsia realizada por los médicos forenses de la justicia nacional, donde se reconoce que mi esposo Rubén Pedro Bonet, presenta un tiro de gracia.

La existencia en el país de una instancia constitucional, debe permitir esclarecer los crímenes cometidos en la base Almirante Zar. No se puede olvidar que después de Trelew, las Tres A dinamitaron la Asociación Gremial de Abogados, dinamitaron y mataron a la familia de Mariano Pujadas, de Lea Place, de Santucho. Que la mayor parte de hermanos y hermanas de los fusilados en Trelew están hoy desaparecidos: Lesgart, Capello, entre otros. Más de 50 abogados fueron asesinados entre 1972 y 1975, todos habían defendido presos políticos. Cientos más formaron parte de los 30.000 desaparecidos.

Hoy no alcanza con rendir homenaje a todos nuestros muertos, hoy tenemos que demostrar que no se puede hacer callar, y matar a todo un pueblo. Que debemos asumir y recuperar la memoria.

Si se instala la impunidad en nuestra sociedad, si la justicia pierde su sentido, si los derechos individuales, humanos, elementales, no son respetados, se impone la ley de la selva; quiere decir que los asesinatos quedan impunes, las víctimas no son reconocidas, y el futuro de la sociedad argentina se vislumbra como un gran caos. Son ustedes los representantes del pueblo los que pueden impedir que esta masacre quede impune. Ustedes son los representantes del futuro. Y es el pueblo quien debe exigir que la justicia sea llevada a cabo.

Alicia Leichuck de Bonet
CI: 3.811.312