De Las Lusíadas de Luis de Camoes, que tradujo Luis de Tapia, natural de Sevilla

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​De Las Lusíadas de Luis de Camoes, que tradujo Luis de Tapia, natural de Sevilla​ de Luis de Góngora

Suene la trompa bélica
del castellano cálamo,
dándoles lustre y ser a las Lusíadas,
y con su rima angélica
en el celeste tálamo
encumbre su valor sobre las Híadas,
Napeas y Hamadríadas:
con amoroso cántico
y espíritu poético
celebren nuestro Bético
del Mauritano mar al mar Atlántico,
pues vuela su Calíope
desde el blanco francés al negro etíope.


Aquí la fuerza indómita
del Pacheco diestrísimo
descubre de su rey el pecho y ánimo,
la India deja atónita
con su valor rarísimo,
y al Samorín soberbio, pusilánimo.
Muéstrase aquí magnánimo
Alburquerque, y solícito
capitán integérrimo,
que al amador misérrimo
crudamente castiga el hecho ilícito,
y a Goa y su potencia
dos veces la[s] sujeta a su obediencia.


Almeida, que a los árabes
con la venganza hórrida
sus muros y edificios va talándoles,
y a los rumes y alárabes,
debajo de la tórrida,
con valerosa espada domeñándoles,
y mayor pena dándoles
con el hijo belígero,
que en el seno Cambaico
contra el moro y hebraico
muere mostrando su furor armígero,
sirviéndole de túmulo
de mamelucos el sangriento cúmulo.


Cuanto pechos heroicos
te dan fama clarífica,
oh Lusitania, por la tierra cálida,
tanto versos estoicos
te dan gloria mirífica,
celebrando tu nombre y fuerza válida:
dígalo la Castálida,
que al soberano Tapia
hizo que (más que en árboles,
en bronces, piedras, mármoles)
en su verso eternice su prosapia,
dándole el odorífero
lauro, por premio del gran dios lucífero.