Discurso de Cristina Fernández durante el encuentro entre empresarios argentinos e italianos en Roma

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Discurso de la Presidenta de la Nación Argentina, Dra. Cristina Fernández de Kirchner, en un encuentro con empresarios en el hotel Excelsior de Roma, Italia. 1 de junio de 2011.



Muchas gracias, muy buenas tardes a todos y a todas; señor Presidente Cofeindustria; señor Presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA); señor Canciller de Italia; ¿no está el Canciller de Italia?; el Canciller argentino, ¿está usted Timerman? Está muy bien; señoras y señores empresarios italianos y argentinos y argentinas que me acompañan en la delegación: esta podría parecer alguna de las tantas misiones que como Presidenta de la República Argentina me ha tocado encabezar en distintos países del mundo en la que siempre voy acompañada por una nutrida delegación de empresarios, pero creo que – en este caso, aquí en Italia, hoy, después de las cosas que han pasado en Argentina y en el mundo y en particular en nuestra relación – la presencia de la presidenta de los argentinos, las reuniones que mantuvimos esta mañana con el presidente Giorgio Napolitano, y luego el almuerzo que mantuvimos con el primer ministro Silvio Berlusconi, revela que estamos ante un hecho algo diferente a solamente una misión comercial.

Creo que estamos -y ¡enhorabuena! -ante un relanzamiento de las relaciones entre Italia y Argentina (salto en la transmisión), que sacudiera a la República Argentina, cuya deuda - en ese momento - era 160% de su PBI, nos hizo caer no solamente en nuestra relación con Italia, sino del mundo. En el caso de Italia, tal vez más doloroso, porque no es ninguna novedad los lazos históricos y la profunda unidad que existe entre Italia y Argentina. Una de las principales corrientes migratorias, sino la principal, según el ministro de Planificación, De Vido, es la principal, la más numerosa porque tiene contabilizados los italianos que votan en Argentina y los españoles. Yo soy nieta de españoles, con lo cual tenemos ahí una suerte de puja entre las dos corrientes migratorias más importantes. Parece ser que ha contabilizado también a los españoles y dice que solamente son 300.000 los que votan en Argentina y 700.000 los italianos.

De cualquier manera, las relaciones con Italia, más allá de este período de interrupción que hubo, en realidad siempre tuvieron una fluidez muy importante.

Quiero contarles algo: el año pasado nuestro Gobierno lanzó el Programa de Financiamiento del Bicentenario, un financiamiento con fondos públicos, con recursos públicos con tasas y plazos que realmente no existen en la plaza y el préstamo más grande de ese "Programa Bicentenario" fue otorgado a una centenaria firma italiana, que tiene además una tradición en materia automotriz legendaria en la Argentina, como es Fiat- Argentina.

Esto demuestra que esta unidad entre Argentina e Italia no es solamente una cuestión que comience desde hoy. Nosotros hemos venido sosteniendo, en la República Argentina, un proceso de reindustrialización muy intenso. Y cuando hablamos de industrias, obviamente, no podemos obviar de ningún modo a uno de los países que se ha caracterizado - en Europa y todo el mundo - precisamente por su pujanza industrial.

Hace pocos días visitó nuestro país el CEO de Fiat, Sergio Marchionne, quien también anunció una importante inversión en materia de maquinaria agrícola en la República Argentina.

En igual sentido, otra firma central en la economía italiana, como es Pirelli, que recuerdo muy bien... y quiero contarles una anécdota, cuando el ex Presidente Kirchner asumió, en el año 2003 - lo recuerda muy bien el ministro Julio De Vido porque creo que lo acompañaste a Mataderos, ¿no? - la empresa Pirelli, en el año 2003, tenía una planta en Mataderos casi a punto de cerrarse, producto de la debacle de la economía argentina. El año pasado, el CEO a nivel global de Pirelli, visitó la Argentina y me tocó anunciar, junto a él, en una fábrica con todos sus operarios y con todos trabajando, precisamente, una inversión de 100 millones de dólares para una nueva línea de producción. Podría seguir con los ejemplos, como es el caso de Beltrame, que nos permitirá a los argentinos tener una clase de chapa laminada que nos proporcione desarrollar e impulsar nuevamente la industria naviera la Argentina.

En realidad el crecimiento de la Argentina - que va a ser de más del 6% este de año, yo apuesto a que va a ser un poquito más - realmente ha completado, en estos ocho años, a partir del 25 de mayo del año 2003, un crecimiento sin precedentes: 80% de crecimiento del PBI y gran parte se debe no sólo a las exportaciones, sino fundamentalmente también al desarrollo de su mercado interno.

Es que en estos años – afortunadamente - la Argentina ha podido superar esa antinomia, que durante tanto tiempo provocaron en nuestro país los conocidos stop and go de la economía, en la cual había como una contradicción entre el ser exportadores o el desarrollar el mercado interno. Bueno no, ambas cosas, porque ambas están indisolublemente relacionadas y porque además ninguno de los países con alto grado de desarrollo económico (salto de transmisión), exportador, sino que también tienen un fuerte mercado interno que les permite hacer sustentable precisamente esa agresividad exportadora.

Es cierto que el modelo italiano de desarrollo es un modelo a mirar y a imitar porque es único en lo referido a ser sustento fundamental de la pequeña y mediana empresa que - como lo indicaba el señor titular de UIA - ya significa el 50% de la exportación.

En la Argentina, las Pymes - que son la gran mayoría que hoy nos acompañan en la delegación - explican el 15% del total de las exportaciones, que por cierto fueron, el año pasado, de más de 68 mil millones de dólares contra los 25 mil millones de dólares que exportábamos en el año 2003, y representan el 15% de esas exportaciones.

Si uno ve que en el resto de América Latina la participación en el sector de exportaciones, por parte de las Pymes, es de 5%, realmente creemos que estamos en el buen camino. Nos falta mucho para llegar al 50%, pero realmente sería un muy buen objetivo, una muy buena meta que precisamente nuestras pequeñas y medianas empresas tuvieran una importante participación en el sector exportador. ¿Por qué? Por una razón muy sencilla: la primera, porque son las grandes generadoras de mano de obra. En realidad, en este crecimiento, que nosotros hemos tenido en estos ocho años, han tenido las pequeñas y medianas empresas un rol importantísimo en la generación de más de 5 millones de puestos de trabajo.

También lo tuvo nuestro Banco Nación, que es el banco de fomento por excelencia con recursos públicos, que cambió su lógica y que - a partir del año 2003 - invirtió lo que era la relación o la ecuación de préstamos entre las grandes empresas y las pequeñas y medianas. Hasta el 2003, más del 50% de los préstamos como masa, del Banco Nación - total en dinero - iban a las grandes empresas y un 20 y pico por ciento a las pequeñas y medianas empresas. Del año 2003 hasta hoy, el Banco Nación tiene el 52% de su cartera de préstamos en las pequeñas y medianas y el 24 ó 28% en las grandes empresas, habiendo reducido, a niveles históricos, su mora, que no llega al 1%, realmente una muy buena performance. Han sido grandes protagonistas y también obviamente tienen un gran componente – como todas las pequeñas y medianas empresas - de carácter familiar.

El gran desafío que tenemos - ustedes lo han hecho estupendamente bien - es el tema de la regionalización, que yo lo llamo de otra manera, porque hubo en algún momento en mi país un proyecto de regiones, que suponía o presuponía la desaparición de las provincias, que en realidad causó un rechazo. Nosotros hablamos de agregar valor en origen, que es exactamente lo mismo que la regionalización, que consiste básicamente en que aquellas materias primas o productos que son típicos de determinada región sean transformados, agregado valor en ese lugar de origen. Principalmente para que no se generen movimientos migratorios que produzcan lo que fue a partir de mediados de los años 40 y más acentuadamente a partir de los años 50 las corrientes migratorias internas de grandes centros urbanos poblados y un campo despoblado. Y fundamentalmente también porque hoy además me parece que le agregamos mucho mayor competitividad a la economía si en lugar de estar trasladando y acarreando la materia prima para transformarla en otro lado y luego venderla, creo que hace a la lógica y a la competitividad que todo el proceso de transformación de las materias se dé precisamente en el lugar de origen, además de una mejor y más justa distribución, no solamente social sino geográfica de los recursos de nuestro país.

Por eso hoy charlábamos con el primer ministro Silvio Berlusconi y precisamente hacíamos mención a este acuerdo que estamos firmando entre ambos países para lo que es el asesoramiento a las pequeñas y medianas empresas, especialmente al management, que es donde por ahí tenemos problemas en el sector de la mediana empresa, management que permita a la pequeña y mediana empresa desarrollar una expertis para que pueda salir a colocar sus productos y a competir internacionalmente, que es lo que nos falta. ¿Y cómo no nos va a faltar después de todo si durante las últimas décadas producir en la Argentina era casi un milagro y a veces hasta un castigo? Y si no desde acá lo estoy mirando fijamente a mi amigo José Basso, un cotizado autopartista de Rafaela que tiene entre sus principales clientes a las grandes automotrices internacionales como Ferrari, ¿que más tenés José? Masseratti, la Harley Davidson también no? En fin, todos productos como verán de super alta gama en materia automotriz por su precisión y calidad. Y la verdad que yo quiero rescatar en él la figura de muchísimos empresarios argentinos que pese a todas las dificultades, así como hubo empresarios argentinos que se quedaron en nuestro país también hubo empresarios nacionales que les ofertaron por sus fábricas, de capitales americanos, de capitales europeos, y sin embargo, como me dijo una vez José, "yo en Rafaela sigo siendo José Basso, si me voy a Minnesota quién me conoce? Y me parece una muy buena decisión.

Y en esto sí el compromiso de nuestro país de seguir manteniendo las reglas, las grandes líneas macroeconómicas que han permitido ese crecimiento que además ha sido un crecimiento económico con inclusión social. Y por eso también ha sido sustentable, sustentable porque por primera vez la Argentina tiene superávit fiscal, hoy mismo en unas horas más el señor ministro de Economía junto al titular de la AFIP van a anunciar la recaudación del mes de mayo que ha sido récord, 50.640 millones de pesos, 12.400 millones de dólares, un 28,7% más en términos interanuales, un verdadero récord, casi un 30% más; el superávit comercial, por el cual también trabajamos fuertemente porque creemos que tenemos que incrementar las líneas de producción y también que muchos que importan parte de los insumos para fabricar en el país comiencen a producirlos en nuestro país, para eso hacemos y vamos a seguir dando líneas de crédito y acceso para que puedan hacerlo en nuestro país. El desendeudamiento que también ha sido uno de los objetivos. Una de las restricciones más severas que ha tenido la economía argentina durante las últimas décadas fue el endeudamiento, pero un endeudamiento diferente al que tuvieron otros países como por ejemplo Brasil, que tuvo endeudamiento pero en bienes de capital, de modo tal que fue un endeudamiento para capitalizarse. En Argentina, producto de gobiernos militares en la primera etapa y luego de la convertibilidad, fue un endeudamiento de carácter financiero. Durante la convertibilidad, valga el ejemplo, se podía colocar en la República Argentina dinero en dólares a una tasa del 15 o 16% mientras en el resto del mundo se pagaba el 2%. Esto ayudaba precisamente, este nivel de endeudamiento, a sostener un tipo de cambio que evidentemente no condecía con la realidad, si la moneda expresa el tamaño de la economía y la pujanza de una economía, está claro que nuestra economía nunca podía ser equivalente a la economía del primer país en términos económicos del mundo como era Estados Unidos.

Pero es una etapa superada, la Argentina ha cumplido el año pasado la segunda etapa de reestructuración de su deuda y uno de los pilares que es el desendeudamiento lo estamos llevando adelante a rajatabla, a punto tal que hemos bajado de ese 160% del PBI que teníamos en 2001, cuando se produjo el default , PBI que por cierto eran aproximadamente 150 mil millones de dólares, a este PBI de más de 300 mil millones de de dólares, de 350 mil millones, donde el porcentaje de la deuda sobre este PBI está para el sector público por debajo del 30% y de un 16% para el sector privado. Al igual que Italia, hoy charlábamos con el ministro Berlusconi, afortunadamente nuestras empresas y fundamentalmente nuestras familias, las familias italianas y argentinas, tienen un bajo nivel de endeudamiento, con lo cual ofrecemos como economía, ambas economías, ambas sociedades, un menor grado de vulnerabilidad frente a la creciente volatilidad e inestabilidad de los mercados.

Por eso creo que el panorama es muy bueno y estuvimos charlando también con el ministro Berlusconi de una iniciativa de él por cierto, de lanzar programas de televisión en ambos países para promover paquetes turísticos desarrollados mostrando las riquezas turísticas de ambos países y promocionándolas, lo vamos a hacer porque el turismo también afortunadamente ha sido uno de los sectores que más ha crecido en la República Argentina, sector servicios que sabemos además la importancia que tiene en materia de generación de puestos de trabajo, que no pueden ser suplantados como sucede en otros ámbitos de la industria.

Por eso creemos que el futuro de Argentina, y el presente también -los argentinos estamos cansados de que nos hablen de lo promisorio del futuro, hemos aprendido que queremos vivir bien el presente también- es muy bueno realmente y con excelentes oportunidades de negocio e inversión. Creo que a nadie de ustedes escapará que el siglo XXI se va a caracterizar por la demanda de alimentos, por la demanda de energía, por la demanda de minerales. Ustedes saben que Argentina tiene una capacidad de producción en materia alimentaria que inclusive todavía no tiene techo, hemos superado este año los 100 millones de toneladas de granos y espero que no solamente tengamos muchos cientos de millones de toneladas sino que además le agreguemos mucho valor en nuestro país. El creciente desarrollo de la biotecnología, le comentábamos al ministro Berlusconi, que estaba muy entusiasmado, que hemos logrado y hemos presentado en el INTA -para los que no lo saben el INTA es el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria, en el cual también participan los productores- a través de la biotecnología hemos logrado tener hoy vacunos, una vaca -¿qué nombre tiene la vaca Ministro, no le pusieron nombre?, hay que ponérselo-, una vaca que produce leche maternizada, pónganle un nombre pero por favor que no sea el mío, de ningún modo, póngale Rosita o algún otro nombre. (Aplausos) Pero realmente en materia de biotecnología somos en toda América Latina el país que mayor cantidad de empresas de biotecnología tiene en relación a su cantidad de habitantes... (corte en la transmisión) ... de las más desarrolladas y potentes del mundo.

Estamos logrando por primera vez también algo que ustedes ya lo han hecho y todos los países desarrollados del mundo, que es articular a nuestro sector productivo empresarial y económico con nuestras universidades para precisamente agregar valor. Sabemos que el conocimiento y lo científico también van a ser uno de los signos más importantes. Y miren, hay signos, el otro día alguien hablaba y hoy el ministro Berlusconi me decía medio en broma y medio en serio que uno de los índices de bienestar -no se ría Secretario- es lo que gastan los italianos en cosméticos, los hombres también, y yo le contesté que la Argentina no tenía el cálculo en cosméticos, si fuera por mí seríamos superavitarios en el área de cosméticos, pero lo cierto es que por ejemplo la Argentina es el país de toda América, incluido Estados Unidos y Canadá, que tiene más celulares por habitante, somos 40 millones de argentinos y hay 50 millones de celulares. La verdad que uno lo ve cuando va a una obra en construcción, o gente que sabe que en su casa nunca pudo tener un aparato de telefonía fija pero tiene un celular con el cual saca fotos y se comunica. Y si uno ve la otra Argentina, que todavía algunos tenemos grabada en nuestras retinas, no para martirizarnos sino para acordarnos y no repetir los errores, la verdad es que uno puede darse cuenta del avance que hemos hecho en la República Argentina.

Por eso y para finalizar les digo que estamos muy contentos de estar aquí encabezando esta delegación de empresarios, estoy absolutamente convencida de que las rondas de negocios, los 40 acuerdos de negocios que se han podido realizar aquí, van a ser muchos más cuando vayan y conozcan in situ la Argentina, pero no solamente Buenos Aires, que es lindísima para pasear, para comprar, porque es una ciudad maravillosa, pero también la mirada hacia el país profundo, que realmente estamos transformando, a partir de un plan de desarrollo de infraestructura formidable que se lanzó en los años 2003 y 2004 en materia de infraestructura y desarrollo energético, que obviamente nos ha permitido sostener este crecimiento, hubiera sido imposible hacerlo sin el desarrollo en materia energética que hemos tenido y también en materia de infraestructura.

Nuestra capacidad por ejemplo para poder generar energía hidroeléctrica, la capacidad y el expertis también para lograr energía nuclear, sé que es un tema movido aquí en Europa luego del episodio japonés, pero nosotros vamos ya por la cuarta central nuclear y creo que realmente es una energía buena, segura, obviamente cumpliendo todas las normas que deben cumplirse, y también barata. Nos explicaba hoy el premier Berlusconi el costo de la energía en Italia que es 40% superior por ejemplo a Francia con sus centrales nucleares. En materia hidroeléctrica también tenemos un altísimo nivel de capacidad y potencialidad. Y también en lo que hace a radares, en unos días más, junto a la NASA lanzamos desde California el Aquarium, que es un satélite para medir la salinidad de los mares, que tiene que ver con el cambio climático y que se hizo en el INVAP, que es un instituto que está radicado en San Carlos de Bariloche y es de carácter público nacional provincial.

Podría seguir hablándoles de todas las cosas que hemos hecho estos años en Argentina pero tengo un programa mejor, vengan a la Argentina, vengan a conocernos, (aplausos) y más que leer los diarios -porque si leen los diarios por ahí se van a llevar una impresión equivocada- vayan a ver la oportunidad de negocios que hay y seguramente una vez más los italianos van a decidir, como lo decidieron hace muchos años, que la Argentina es un buen lugar para vivir y un buen lugar para invertir. Muchas gracias y muy buenas tardes a todos y a todas.