El asno y el perro

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​El asno y el perro​ de Félix María Samaniego


Un Perro y un Borrico caminaban, 
Sirviendo a un mismo dueño; 
Rendido éste del sueño,
Se tendió sobre el prado que pasaban. 
El Borrico entretanto aprovechado 
Descansa y pace; mas el Perro, hambriento, 
«Bájate, le decía, buen jumento;
Pillaré de la alforja algún bocado.»
El Asno se le aparta como en chanza; 
El Perro sigue al lado del Borrico, 
Levantando las manos y el hocico, 
Como perro de ciego cuando danza.
«No seas bobo, el Asno le decía; 
Espera a que nuestro amo se despierte, 
Y será de esta suerte
El hambre más, mejor la compañía.»
Desde el bosque entre tanto sale un lobo: 
Pide el Asno favor al compañero;
En lugar de ladrar, el marrullero 
Con fisga respondió: «No seas bobo; 
Espera a que nuestro amo se despierte;
Que pues me aconsejaste la paciencia, 
Yo la sabré tener en mi conciencia, 
Al ver al lobo que te da la muerte.»


El Pollino murió, no hay que dudarlo; 
Mas si resucitara
Corriendo el mundo a todos predicara: 
Prestad auxilio si queréis hallarlo.