Nuestra misión

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​Nuestra misión​ de Olegario Víctor Andrade

VERSOS LEÍDOS POR LA SEÑORITA AGUSTINA ANDRADE EN EL LICEO DE CONCORDIA

Tiembla la selva y al cielo envía
como las notas de una canción,
nubes de aromas y de armonía,
    blandos suspiros,
    que en dulces giros
    y en ondas mágicas
vagan del aire por la extensión!

Valles floridos, rudas colinas,
gradas gigantes de inmenso altar,
alzan en blancas, tibias neblinas,
    como las aves
    himnos suaves,
    que desarrugan
la frente torva del ancho mar.

¡ Salmo del orbe que en luz ondula !
¡ Fúlgido idioma, verbo inmortal !
Do quier palpita, do quier circula
    la voz celeste
    salmodia agreste
    que más intensa
vibra en la lira primaveral !

La flor perfumes, la hoja murmullos,
la brisa soplos, el astro luz ;
la fuente espumas, el ave arrullos,
    todo en el suelo
    siente el anhelo
    de enviar su ofrenda,
la pura ofrenda de la virtud !

¿Y el alma joven, el alma pura,
vaso elegido para el ideal,
como una estatua soberbia y muda,
    sin voz ni aliento
    del pensamiento,
    la ofrenda mágica
a ese concierto no irá a llevar?

¡Oh! no, que es sílaba del ritmo eterno
la voz suavísima de la mujer,
y en el lenguaje sublime y tierno
    del sentimiento,
    sabe el acento
    que hasta a las rocas
fecundas lágrimas hace verter!

¡Oh! no, que un día, tremendo día,
al pie postrada de tosca cruz
sublime ejemplo nos dio María
    de fortaleza,
    y en su cabeza
    brilló la llama
que al mundo inunda de viva luz.

¡Oh! no, que tiene misión gigante
la que parece débil mujer,
verter a gotas de su alma amante
    en el veneno
    del duelo ajeno,
    y en la amargura
que el hombre al hombre le da a beber!

¡Oh! no, que guarda la santa gracia
en el santuario del corazón,
y hasta en las horas de la desgracia
    levanta el vuelo
    con noble anhelo
    y alza a los mártires
sobre las alas de la oración !

¡Oh! no, que es fuente que alienta y baña
de la esperanza la tierna flor,
es la paloma que en tierra extraña
    sin luz ni galas,
    bate las alas
    y a los que sufren
lleva el mensaje consolador !

¡ Noble destino nos cabe, amigas !
¡ Ancho horizonte de aroma y luz !
Los sufrimientos y las fatigas,
    son sombra vana;
    todo lo allana
    el alma fuerte
con el aliento de la virtud !

Julio de 1874.