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152 ANTOLOGÍA DE LA POESÍA FEMENINA ARGENTINA
En él veré cumplirse mi destino. Todo mi ayer es su mañana,
y mi presente, y mi futuro,
y toda mi vida rezumada.
Estoy en él purificada por una dulce lágrima, por una inmensa lágrima.
Mi cansancio
y mi tedio
y mi asco
se han pegado a mis flancos.
Para él, mi adolescente visión de cielos claros, y la ambición y el entusiasmo
que me fueron negados.
Madre, levanto mi voluntad y mando: que le sean abiertos todos
los caminos lejanos,
marcados por mis nostalgias
sus rastros.
Y las viejas ciudades,
y los brumosos mares,
y los puertos extraños.
Que le sea adorable
la dulzura del árbol,
de la tarde, -
del alba,
y del agua y del pájaro.
Del vasto cielo inmóvil. y de la flor y el astro.
