Página:Duayen Stella.djvu/22

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1 SIFLLA la boca y los ojos con los dedos para imitar 4 Prank Brown, los más chiquitos lucían sa ronda-catonga tomados de la mano, y daban volterctas en la alfombra.

Alejandra impotente para contener ese euloquecimiento en niños todavía extraños, alarmábase por Stella, que reía como nunca había reído, con carcajadas de cristal que no le conocía, en cuyos ojos había una agitación febril. y que aplaudía entusiasmada el espec- táculo original, que presenciaba, ó apretaba







las manitos nerviosas de placer. De pronto, el grapo en ebullición se inmo-

viliz


, cesaron las risas, los labios de rosas se cerraron. . . Miss Mary estaba allí; allí en la misma puerta, en actitud amenazadora y ai- re iracundo, en los que Alejandra descubría esfuerzos extraordinarios para no reir.

—Ninas, caballeritos, á la cama! dijo, Ve- remos mañana... En marcha... Uno, dos, tres! En marchal he dicho.

Los niños formados en fila, como en la cla se, marchando de dosen dos en sus blancos y largos camisones, parecían una comparsa de pierrots. Todos obedecían, menos la Perla, quese había instalado en la cama de su pri- ma, como en un palco de primera fila, con sus piernas colgantes, y su aire el más imperti nente.

—Marche Perla V. también... No?... Sí, digo yo! Marche, y la primera! No me oye, Perla? Vamos!