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Liberal-Conservadora" (Véase). La oposición era agitada e intensiva y se llegó incluso a pensar en derrocar al Presidente Montt, estallando motines y revoluciones que causaron trastornos de importancia y conmoción pública.

En las postrimerías de su gobierno, el Presidente Montt trató, sin embargo, de reagrupar nuevamente a los elementos pelucones, iniciando gestiones secretas de reconciliación, después del triunfo de Cerro Grande obtenido en contra de los revolucionarios.

Los conservadores se manifestaron llanos a esta reconciliación, siempre que se hiciera sobre la base de un candidato presidencial salido de sus filas. Los señores Rafael Larrain Moxó y Fernando Lazcano, en representación de los conservadores, iniciaron conversaciones sobre el particular con el Presidente Montt y propusieron la candidatura del ex Presidente general Manuel Bulnes, que fué aceptada de inmediato por Montt, quien manifestó que también aceptaría la de don Manuel Antonio Tocornal. Sin embargo, elementos extremistas del Partido Conservador manifestaron su desaprobación por estas gestiones y desautorizaron a los señores Larrain y Lazcano, con lo cual las gestiones no tuvieron éxito.

Entre los nacionales surgió entonces la candidatura presidencial de don Antonio Varas, que se consideró como la manera más viable de continuar la tendencia política del gobierno de Montt y del propio Partido. Tal candidatura encontró amplia acogida en el país, por lo que se consideraba una posibilidad cierta de triunfo.

El Directorio del Partido Nacional se reunió en casa de don Matías Cousiño en Diciembre de 1860, con el objeto de adoptar un acuerdo oficial al respecto. Casi unanimemente, los asistentes se inclinaron por don Antonio Varas, quien quedó así oficialmente proclamado como candidato del Partido. Una comisión formada por los señores José Tomás Urmeneta, Silvestre Ochagavía, Domingo Matte, Francisco Javier Ovalle y Manuel José Cerda, fué encargada de comunicar este acuerdo al candidato y al Presidente Montt, a quien se consideraba como Jefe del Partido.

Montt se manifestó contrario a la candidatura de Antonio Varas, que a la sazón era nuevamente Ministro del Interior, manifestando que se necesitaba otra persona que apaciguara los ánimos. Antonio Varas, a su vez, se negó terminantemente a aceptar.

A todo esto, la candidatura de Antonio Varas había prendido vigorosamente en