Página:ECH 515 31 - Tonada, La.djvu/2

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página ha sido corregida

Es el canto folklórico de mayor práctica y difusión en Chile. Su voz denominadora consulta tres acepciones: la de entonación, que concierne a cualquier melodía; la de forma musical cantada con fines amenizadores, correspondiente al concepto vulgar y generalizado de tonada; la estricta, caracterizada esencialmente por su calidad musical. En ella comprobamos un solo ritmo, por lo general el de 6/8, normalmente determinado por el acompañamiento instrumental rasgueado, diferenciándose de este modo de la canción que lo posee pulsado. El llamado estribillo, por ningún motivo de presencia obligada, no siempre se expresa mediante una figura musical birrítmica, ya que los tocadores a menudo no cambian el ritmo de éste con respecto de las estrofas. Cuando el acompañamiento marca los tiempos débiles, aunque lo común es que recaiga en los fuertes, nos encontramos con la tonada chicoteada. Añadiremos que el ritmo predominante es el binario.

En cuanto a la línea melódica, ella es sencilla y las más de las veces monótona, con reducidos intervalos en su campo interpretativo, si bien es posible encontrar cultores que disponen de repertorio cuyo ámbito llega hasta loa once notas.

Armónicamente, en la tonada aparece el modo mayor. Su acompañamiento instrumental compete principalmente a la guitarra, cuya afinación clásica suele modificarse con el objeto de conseguir mayor facilidad de digitación, acción que se denomina trasportar. En algunas ocasiones el citado instrumento se complementa con el arpa. Esta última usada sola por excepción. Pero en las casas de canto surge el piano, junto a los dos anteriores, además del tormento, una mesilla con cubierta de hojalata y madera, destinada a la percusión manual. No obstante, este recurso rítmico funciona ampliamente gracias al procedimiento de tañar el arpa o la guitarra, procedimiento que consiste en golpear con las manos la cubierta de dichos cordófonos.

Los acordes peculiares son los de tónica y de dominante, ya que el de subdominante se practica escasamente.

Con respecto de la interpretación, se hace cada vez más ostensible la participación masculina, en desmedro del sexo opuesto, cuya preeminencia numérica era rotunda a comienzos del presente siglo. Lo acostumbrado es el canto individual, y si intervienen dos o más personas -casi