Página:ECH 519 3 - Brujo, El.djvu/2

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de dolores que pueden llevar hasta la muerte a las víctimas, por medio de muñecos de trapo que representan a aquéllas, y que son sometidos a pinchazos, estrangulaciones, dislocaciones y otros sufrimientos.

Entre las medidas más eficaces o contras, para prevenir o evitar las acciones brujeriles hallamos los amuletos de distintas especies, las leyendas inscritas en las puertas y muros de las casas, los ajos guardados permanentemente en los bolsillos. Cuando es presumible estar frente a un brujo, nada más adecuado que decir "Martes hoy, martes mañana, martes toda la semana", por cuanto en ese día estos personajes están sordos, lo que también les ocurre en cualquier instante en que es utilizada la fórmula en cuestión, quedando entonces privados de sus maléficos poderes. Si se trata de una defensa enérgica y rápida, hay que descargar un escopetazo con cartuchos de sal en lugar de municiones, sustancia infalible para desarmar a los más osados. Y entre los recursos destinados a descubrir la categoría de hechicero, sobresale por su sencillez el de colocar en el suelo, bajo el asiento de quien se sospecha, unas tijeras abiertas en cruz, el que, de poseerla, no podrá levantarse hasta mientras aquéllas estén allí.

La brujería extiende su acción a lo largo de todo el territorio, descollando algunos focos regionales por la abundancia de individuos que en ellos se agrupan, lo que acarrea una notable intensidad del oficio, como sucede en Talagante, provincia de Santiago; en Vichuquén, provincia de Curicó, y en toda la región de Chiloé, cuyo centro más activo parece ser Quicaví. En este tipo de lugares estarían las cuevas de Salamanca, sitios oficiales de reunión de los del arte, inaccesible para los profanos, aunque éstos pueden ser invitados por amigos brujos a las sesiones y fiestas que en ellas se celebran. Según otras versiones habría una sola gran Salamanca en todo el país, dotada de numerosas intercomunicaciones. Pero en las unas y en la otra, la vigilancia de entrada compete al imbunche (V.)y viven muchos prominentes miembros fallecidos de la comunidad.

La