Trauco, El.
Folk. Mito.
Hombrecillo deforme, cuya altura fluctúa entre loa 60 cm. y 1 m. Cubre su cabeza con un largo sombrero cónico tejido de quilinejas, fibras de una planta liliácea muy empleada en Chiloé para la confección de canastos y sogas, material del que también está hecha la capa protectora de su cuerpo. Habita en los bosques, entreteniéndose en cortar robustos árboles con su poderosa hacha de piedra, y en sorprender a los incautos leñadores y transeúntes con su maléfica mirada, la que produce deformaciones y enfermedades. Pero su principal afición consiste en desflorar doncellas, premunido de una misteriosa e irresistible atracción sexual.
La creencia en este personaje está fuertemente aceptada y difundida en las islas chilotas y con menor intensidad en las provincias de Llanquihue, Osorno y Valdivia, hasta el extremo que en los tribunales de la primera zona se han ventilado procesos por concepto de violaciones atribuidas al trauco, frente a cuyas depredaciones se aconseja construir una cruz con dos cuchillos, llevar ajos en la ropa, arrojarle un puñado de arena para que se distraiga contando los granos, medidas infalibles todas ellas contra los efectos indicados.
Este acercamiento del hombre a la fantasía, con voluntarios e interesados propósitos de encubrir contingencias pasionales, ofrece una valiosa incidencia del folklore en los dominios de la historia de la mitología comparada, por las antiquísimas expresiones de lascivia, materializados en el sátiro grecorromano, antecedentes de la especie chilena.
Bibliografía
Cavada, F. J. "Chiloé y los chilotes". Imp. Universitaria, Stgo., 1914.
Vicuña Cifuentes, J. "Mitos y supersticiones". Imp. Universitaria, Stgo., 1915.
Molina H., Evaristo. "Mitología chilota". Anales de la Univ. de Chile, año CVIII, tercer trimestre de 1950, N°79.
Munizaga A., Carlos. "Mito y pequeñas comunidades rurales: el Trauco en Chiloé". Antropología, año II, vol. II, 1er semestre de 1964.
