Página:Encuesta feminista argentina.djvu/15

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represontativo de la cultura y del talento argentinos, que reuni- das en libro, contribuyan a dar la norma y el programa de la tal publicación, a la vez que sirvan a otras necesidades imme- diatas en esta época de universal y violento despertar del fe- minismo?

Tal es la razón de ser principal de la presente encuesta y de la forma — que explico en los capítulos finales — cómo se lo- grará dar al mundo femenino, que la reclama, la gran publica- cación propia, “que sea el portavoz de sus ideales, realizando la tarea de unificación que convertirá en un solo y poderoso latido las aspiraciones dispersas, en una obra consciente y bien orientada a los múltiples esfuerzos que se malograron en es- tériles tentativas, encauzando en una sola y serena corriente las ideas que surgen por doquier, en esta época de reivindica- ciones que ha sido llamada, y muy justicieramente, por cierto, “el siglo de la mujer”.

Las firmas que aparecen en estas páginas, corresponden a las diversas manifestaciones de la actividad pensante de los hombres y las mujeres que desde sus respectivos sectores contribuyen a formar y dirigir la opinión pública,

Haber consultado solamente a los doctrinaristas sociales pa- ra la encuesta que vamos a dar a conocer, hubiera sido, sin du- da, incurrir en una falla lamentable:


El literato, el político, el periodista, tan cerca, como los otros, del corazón del pueblo, tan imprescindibles, como aquellas, en la pública discusión de los problemas sociales, y participantes, generalmente los más activos, en la realización de los ideales de bien público, no podían dejar de ser oídos en la presente oca- sión. Cuando se trata de cuestiones de arte y de literatura súm- plemente, bien está cl silencio de los menos gemales. Pero cuan- do están en discusión asuntos que tienen, como el que nos ocu- pa, sus raíces en el alma popular y en el dolor de media hu- manidad, ante el que pasaron poco menos que desapercibidos, desde los primitivos tiempos, los graves legisladores y los sa- bios eruditos que inspiran sus actos, más en los libros que en el corazón de los que sufren y los que esperan, entonces hay que conceder la palabra también a los que, menos atiborrados de doctrinas y menos distantes de la realidad ambiente, tienen más libre la facultad de la visión directa y actual.

No se espere, por lo demás, encontrar cn estas páginas, lo que buscan, para aliviarse de sus perezas espirituales, los ha- bituales lectores de romances y novelaz entretenidas y emocio- nantes. Considérese a este libro en la categoría de los que sir-

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