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El canto de las sombras
EL PATIO DE LA NOVIA
La glicina llora sobre el patio triste vertiendo en la sombra sus lágrimas lilas, y hay un misticismo débil que predice algun largo ensueño bajo su arquería:
Penden los racimos de aromadas gotas en el claroscuro de la hora lívida,
y se advierte el alma del idilio a solas junto a sus doseles de temblantes guías.
Yace sin embargo tan grave y desierta la exótica hamaca de la bella niña, fiingiendo en la calma tan profunda espera, que parece a veces hasta que suspira...
Esta tarde tiene la casa un misterio; está más silente, está más tranquila. Hay una profunda pausa de recuerdos, hay un prolongado lloro de glicinas...
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