Página:Historia de Cristóbal Colon y de sus viajes - Tomo I (1858).djvu/118

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cia indigna de lo grande de su empresa. Fijó pues sus condiciones, y fueron tales, que don Juan, antes de suscribirlas, decidió poner á discusion la probabilidad del éxito, encargando para ello una comision compuesta del doctor don Diego Ortiz de Cazadilla, obispo de Céuta, de Rodérigo su médico, y del judio José, físico tambien y su maestro de cosmografía.

Esceptuando varios portugueses, recusables aquí con sobrado motivo por sernos sospechosos, todos los historiadores convienen en que la incertidumbre del rey no fué sino un pretesto. Sin duda provenia únicamente de que la demanda de Colon se consideraba como escesiva y orgullosa; á pesar de presentarse con formas tan modestas como sencillas. Es positivo que si se hubiera dado por contento con la gobernacion perpetua de los paises descubiertos, y títulos y privilejios hereditarios, el negocio habria terminado fácilmente;[1] pero para que no fuera así sin duda lo colocaria su peticion muy cerca del trono, [2] pues de lo contrario la firme resolucion de Juan II lo libertara de las demoras que tuvo que sufrir. Si Colon necesitaba grandes honores, no le hacian menos falta grandes riquezas, por que tenia un gran pensamiento que satisfacer, cuyo cumplimiento lo consideraba como la sola recompensa que merecia su empresa. Manifestarlo será preciso para justificar su desmesurada ambicion ante los corazones cristianos.

La junta científica concluyó por rechazar la proposicion del jenoves, considerando su proyecto como sueños de un visionario. Sin embargo, la elevacion de miras que caracterizaba al rey, abogaba sin saberlo en favor suyo: por instinto creia en el estranjero, tan pobre como aferrado en sus exijencias, y como contra el parecer de la comision proseguia considerando seriamente el proyecto,

  1. Muñoz. Historia del nuevo mundo, t. I. lib. II. cap. XIX.
  2. "Aveva dimandati troppo grandi premii é onori quando la cosa fosse succedata secundo le sue promesse." Casoni. Annali di Génova, lib. I. fól. 28.