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LA CERÁMICA VIDRIADA EN SEVILLA

der-r-ahman I, nos manifiesta evidentemente la parte que en ella tomaron los artistas bizantinos, siendo al presente, motivo muy legítimo de admiración para los artistas y arqueólogos. En sus muros lucen los celebrados mosaicos de alfoseyfesa; regalo del emperador Constantino Porfirogeneta, con sus preciosas combinaciones de brillantes colores, que imitan á maravilla las piedras preciosas sobre fondos de oro, produciendo un efecto deslumbrador: pero, inútilmente se han buscado hasta el día revestimientos de azulejos, ni se ha encontrado el menor vestigio de piezas de barro cocido y vidriado, á que indudablemente, pueda atribuirse origen árabe-bizantino. {[1]) Los relatos de los historiadores al describir las encantadas mansiones de Medina Az-Zahará y Az-Zahira, no obstante su minuciosidad, no nos dan tampoco motivo para sospechar, que en su ornato se empleasen los azulejos. Al tratar del incomparable pabellón central, llamado Salón de los Califas, se dice: que las tejas que lo cubrían eran alternadas de plata y oro. Esta frase, acaso podría hacernos sospechar, que empleada en un lenguaje figurado, fueron aquéllas cubiertas de barro cocido, vidriadas, como hoy decimos, con el bello esmalte de reflejos metálicos; sin embargo, no falta quien interprete la hiperbólica frase estimando, que pudieron haber sido de metales dorados y plateados; opinión que más se ajusta á la creencia común en los ceramófilos, de que la industria de los barros vidriados fué desconocida, ó por lo menos no estuvo en boga en los tiempos del califato. No hemos de ocultar la extrañeza que este hecho nos produce, si tenemos en cuenta, que el procedimiento del vidriado lo emplearon, como es sabido, los pueblos más antiguos del Oriente; que entre ellos perpetuóse durante siglos, y que una vez efectuada la conquista de Persia, ([2]) por los

  1. Cuando el emperador Constantino trasladó la silla del gobierno á Bizancio, hizo grandes esfuerzos por dar á la ciudad un esplendor extraordinario: y por una ley del año 337 exceptuó de pagar cargas públicas á 37 profesiones, entre las cuales se cita á los ceramistas; privilegios que fueron confirmados por los códigos de Teodosio y Justiniano. Queda, sin embargo, la duda de si cftos alfareros aplicarían á sus productos el vidrio, aunque parece razonable creerlo asi.
  2. «Admítese que los persas estaban en plena posesión de la fabricación de la loza, cuando en el siglo VII fueron conquistados por los árabes. Pero si es fácil