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LA AZULEJERÍA SEVILLANA

vamos á ofrecer al estudio del curioso, y nó pocos los datos extraídos de nuestros archivos, que durante años hemos ido acumulando. Reunidos, pues, penetremos ya de lleno en el vasto campo que nos ofrece la historia de una de las más hermosas industrias artísticas de que se han valido los hombres para embellecer la obra arquitectónica, y de la cual, la cultura moderna hace grandísimo aprecio por las múltiples aplicaciones á que puede prestarse.

Más antes de comenzar el estudio de los monumentos mismos, parécenos oportuno, decir qué es lo que entendemos por azulejo; cuantas clases comprende, dadas sus formas y dimensiones, así como sus diferencias atendidos los diversos procedimientos que fueron introduciéndose en su fabricación á partir del siglo XII hasta el XVIII inclusive; y así de este modo no tendremos necesidad de repetir estas explicaciones técnicas, cuando tratemos de ejemplares correspondientes á cada uno de los diversos sistemas empleados.

«Azulejo llaman en algunas partes de España, á cierta suerte de ladrillo vedriado de que suelen hacer muy galanas solerías y aforros de paredes. Consta de al que significa en arábigo, lá, y de zuleycha, que significa este dicho ladrillo, assí que todo junto azuleycha significa la zuleycha el dicho ladrillo vedriado y por lo dicho en la octaua aduertencia ([1]) no ha de sonar la l del artículo y así resta azuleycha y corrompido dicen azulejo.» ([2])


El erudito Covarrubias dice á este propósito: «Azulejos:» Ladrillos pequeños quadrados y de otras formas con que se enladrillan las salas y aposentos regalados en las casas de los señores y en los jardines las calles de ellos. Antonio Nebrisa los llama Tessela pauimenticia por esta razón. Dixeronse azulejos porque los primeros debieron ser todos de esta color azul y después se inventaron las otras: ó porque entre todas es la azul la que más campea. En Valencia llaman rajóles á los azulejos por ventura por

  1. Ignoramos á qué advertencia se refiere el autor.
  2. P. Guadix. Vocabulario hispano-arábigo. M. S. inédito, sig. XVI. Biblioteca Colomb.