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LA AZULEJERÍA SEVILLANA

tro cargo la dirección artística de estas obras, y asimismo, descubrimos en las claves de los arquitos ornamentales que adornan cada una de sus caras, círculos de azulejos esmaltados de verde malaquita, de la misma fabricación que los descubiertos en la capilla de la Piedad de Santa Marina.

De propósito hemos dejado para lo último en esta reseña el tratar de la torre del Oro, la cual, según el historiador marroquí El Khartás, fué construida por Cid-Abu-el-Ola en 1220, quien gobernaba esta ciudad en nombre de Abu-Jacub-Jusuf Al-Mustan-ser, en compañía de Cid-Abu-Mohamed su hermano, pues los descubrimientos efectuados en ella recientemente merecen particular mención.

Las excitaciones del Municipio sevillano desde 1898, dirigidas al Ministerio de Marina para que atendiese al reparo de que tan necesitada se hallaba, obligó á aquel centro gubernativo á atender tan justificados ruegos. Fué designado para dirigir las obras en cuanto á las partes de consolidación y económica, el ingeniero naval D. Carlos Halcón, asesorado en lo referente á los detalles artísticos y arqueológicos por el autor de la presente monografía, en nombre de la Comisión provincial de Monumentos. En los meses de Septiembre de 1899 á Enero de 1900, tuvo efecto la reparación; y en el último citado, experimentamos singular complacencia al poner de manifiesto los preciosos adornos de la torre que constituye el segundo cuerpo del monumento. Desde muy antiguo las hiendas abiertas en la misma alarmaron á los sevillanos, y desde entonces vino acudiéndose, más ó menos atinadamente á procurar su consolidación, hasta que llegado el de 1757, y como los. daños fuesen aumentando, se dispuso su reconocimiento por los maestros mayores dal Alcázar, de la Audiencia y de la Ciudad. Francisco Sánchez de Aragón, que era el de la Audiencia, fué de parecer, que atento su mal estado, debía demolerse, parecer que por fortuna no prevaleció, antes por el contrario, se dispuso emprender las obras necesarias para dilatar en lo posible la vida de tan hermosa fábrica, dando comienzo á su reparación en 1760. Basta solo consignar esta fecha para que nuestros lectores puedan calcular la inteligencia y el celo con que se