Descripción de contenido: adición de términos (Su, 1994). Aquellos de primera generación no son más que catálogos en fichas reciclados en un ambiente electrónico (Bates, 1989; Culkin, 1989; Lancaster, 1995; Su, 1994) o como los denomina Mary Dykstra (1989) catálogos en fichas sobre ruedas. Cuando los bibliotecarios tuvieron a su disposición la tecnologia para diseñar catálogos en linea, lo que sabían hhce -y lo habian hecho durante más de un siglo- era fichas; por lo tanto, la decisión fue muy sencilla: pasar la ficha de 7,5 x 12,5 cm a la computadora y probar qué pasaba. Esta decisión también se vio influida por la prioridad de las grandes bibliotecas, en especial las universitarias, de informatizar el servicio de circulación, para lo cual no se necesitaba más información que la contenida en la ficha tradicional. Sin embargo, cuando estos catálogos se pusieron a disposición del usuario para la búsqueda por materia, convirtiéndose así en verdaderos instrumentos de recuperación de información y no solo de datos (Larson, 199 lb), el problema se hizo evidente sobre todo en las bibliotecas generales: la cantidad de puntos de acceso por materia que se ofrece al usuario durante la búsqueda es insuficiente para lograr la coincidencia entre el vocabulario del usuario y el del sistema. En los Estados Unidos se ha podido determinar que el promedio de epígrafes por registro en los catálogos en linea se limita a 1,8, con lo cual no es posible siquiera una combinación booleana; además carecen de números clasificatorios y de recuperación por lengua natural, a excepción de algunos pocos sistemas que permiten acceder por palabras claves de título (Su, 1994). Como solución a este problema, Pauline Cochrane, de la Syracuse University de Estados Unidos, propuso en 1977 una metodologia consistente en aumentar los puntos de acceso por materia en los registros de monografias, incluyendo los términos de sumarios e índices analíticos en el campo de resumen, para ser recuperados por lengua natural (Seille y Cocluaue, 1982). Aunque el 25 Charles Hildreth ha clasificado los catálogos en linea en tres generaciones
