Página:La búsqueda por materia y la descripción de contenido en el catálogo en línea.djvu/31

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dos, son lenguas artificiales consistentes en un conjunto de términos (epigrafes, descriptores, notaciones) que permiten describir en forma resumida el contenido de los documentos y que se utilizan con el fin de indizar, almacenar y recuperar la información (ISO 2788, 1986). Poseen un vocabulario unívoco y un sistema explicito de relaciones paradigmáticas y sintagmáticas. Sus ventajas y desventajas se presentan también en la Tabla 1. La controversia entre el uso de la lengua natural y los lenguajes controlados tiene una larga historia. Elaine Svenonius (1986) la ha dividido en tres eras. La primera tuvo lugar desde los tiempos en que Samson Low elaboró en 1854 el British Catalogue of books sobre la base de las palabras claves del titulo y que su asistente Andrea Crestadoro hacía lo propio con el Catalogue of books of the Manchester Free Library, mientras que por 2| l" ontrario, Charles A. Cutter, al argumentar en favor de sus reglas para encaoezamientos de materia en 1876 aseguraba tratar con la muerte de la indización por palabras claves, vaticinio que casi se convirtió en realidad hasta mediados de este siglo. En esta era aparecieron LCSH, LCC, CDD, CDU, BBC, CC, por lo cual se puede considerar como la época de oro de los lenguajes documentales universales. Sin embargo, en la década de los cincuentas el sistema Uniterrn de Mortimer Taube y los indices KWlC de Hans P. Luhn dieron lugar a que se revaloraran las posibilidades de la lengua natural, reabriendo la polémica con los lenguajes documentales y estimulando, paradójicamente, el afianzamiento del recién aparecido tesauro en el campo de la información (Lancaster; 1995; Roberts, 1984)’. En la segunda era tuvieron gran influencia los dos estudios de Cranfield, Gran Bretaña, y otras investigaciones similares. En particular los resultados de Cranfield 2 señalaban que la lengua ‘natural, sin control o con un minimo de control del vocabulario, permitía una recuperación tan eficiente como un vocabulario totalmente controlado. Aunque la metodologia’ de estas investiga- ciones fue criticada, los defensores de la lengua natural se apoyaron en estos informes, teniendo en cuenta‘ sobre todo los considerables costos de construir un lenguaje documental (Dubois,"1987; Lancaster, 1995; Svenonius, 1986). La tercera y- última era puede resumirse en las palabras de Russell J. Rowlett 31 Los leng-uajes documentales, también llamados de indización o ‘controla-