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EL RIO NEGRO Y SUS AFLUENTES

buye Villarino á algún barro que disuelvan las aguas; suposición exacta, pues, sin duda aquel color proviene de la arenisca terciaria de las barrancas que mas adelante hallaron al paso.

Del 27 al 29 (números 8 á 10) llega la expedición con dificultades que no dependen del caudal de agua del rio hasta las 61 millas del punto de partida. El diario del 29 dice: «A las 10 1/2 arrimé á tierra por ser el viento y la corriente tan fuerte, que con toda la gente no fué posible sacar avante las embarcaciones una á una.» El 31 (número 12) dice Villarino: «A las 4 1/2 de la mañana me largé, siguiendo mi viaje al remo y silga, con calma por la parte del norte. A las 10 pasé á la parte del sur, por no serme posible romper la corriente por aquel lado.» Esto sucedía, á las 67 millas de Choele-Choel, paraje hoy denominado Chichinal, de cuya importancia estratéjica he de ocuparme oportunamente.

A las 79 1/2 millas, el 5 de Enero (número 16) la expedición halló escaces de agua. En efecto, allí el rio es poco profundo y vadeable á caballo en época de mayor bajante. El canal es estrecho y se concentra tanto la corriente, que treinta hombres no podian arrastrar una chalupa. A las 81 1/2 millas, el diario del 8 de Enero (número 17) dice: « Al amanecer salí con dicho viento (S.O.) pero mas bonacible; navegué bástalas 9 del dia, y hasta hora ya no pudiendo pasar, volví al mismo sitio de donde habia salido, á buscar otro canal y seguí con viento y corriente contrarios.»

Los obstáculos fueron menores entre 8 y 18 de Enero, (número 17 á 24) pues los vientos eran mas favorables y la hondura del rio mayor. El 18 estaba Villarino á 121 1/2 millas del fuerte de su mismo nombre y encontró varios malos pasos que dificultaron la navegación, aunque