Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/22

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"aparece como conteniendo cuanto pueda decirse n unca, pero dej ándonos Ia tarea de crearlom. Cuando queremos acceder frontalmente a la idea, ésta nos elude y más se nos aleja a medida que nos acercamos a ella. En el momento en que Swann piensa en una transcripción en signos de la pequeña frase, como ya vimos, entonces no tiene la pequeña frase misma. La pequeña frase invita, ambiguamente, a Swann al amor y al trabajo artistico. Pero sólo puede adquirirse en el trato con lo visible, esto es con impresiones sensibles. insiste MerIeau-Ponty en que no vemos, ni oímos las ideas, ni invocando ningún tipo de percepción especial, ningún órgano metafísico, pero no obstante, la pequeña frase y sus ideas están ahí, detrás o entre los sonidos, "reconocibles por su modo siempre especial, siempre único, de agazaparse detrás de e||os"”. Más aparentemente cercana qt e este mundo fundante de la música y el arte se erige la realidad habitual, mero resto de experiencia apoyada en la costumbre y en las abstracciones intelectuales. E l falso arte lo refleja y contribuye a conformarlo. H. G. Gadamer, ‘influido por Heidegger, ha caracterizado al Kitsch, al no arte, como "esa forma de disfrutar de algo porque resulta conocido y notorio”, Sostiene Gadamer: corazón mismo de lo sensible. De modo que el mundo perceptivo, según Proust, Se oye lo que ya se sabe. No se quiere oír otra cosa y se disfruta de ese encuentro porque no produce impacto alguno, sino que, le afirma a uno de un modo muy laxo. Es lo mismo que el que esta preparado para el lenguaje del arte y siente exactamente ¡o que el efecto quería que sintiese. Se nota que se quiere hacer algo con uno. El Kitsch lleva siempre en sí algo de ese esmero bien intencionado, de buena voluntad y, sin embargo, es justo eso Io que destroza el arte. Porque el arte sólo es algo si precisa de la construcción propia de la conformación, aprendiendo el vocabulario, la forma y el contenido para que la comunicación efectivamente se realice”. Tengo para míque aquíestá el origen del Kitsch, del no arte. claramente opuesta a esta concepción dei Kistch establecida por Gadamer desde la recepción y con apoyo en la descripción heideggeriana de la existencia inauténtica. 23 Se advierte, pues, que la experiencia musical genuina para Proust resulta