Página:La música como develadora del sentido del arte en Marcel Proust.djvu/30

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de Jetro, del fresco de la Sixtina de Boticelli. Swann extiende así el arte en la zona de la vida y de la realidad, como esbozo de lo que hará el héroe en su concepción de la literatura, aunque con diferencias que ya se estudiarán (l, 267-268), (l, 224- 226). ' Ocurría, entonces que "la plenitud de impresiones", debida a la música, de que últimamente gozaba Swann, producía efectos sobre su actitud ante el arte en general. Inclusive, Swann pretendía enseñarle teorías estéticas a Odette (sobre la sonata de Vinteuil), con la consiguiente crítica de M. Verdurin, sobre la falta de talento de Odette (I, 273), (l, 227-228). El amor de Swann pues está fuertemente conformado por el arte y en especial por la música, en un desplazamiento de su gusto ante la influencia que sobre él ejerce la música y su manera de interpretarla. En las visitas de Swann a Odette en su casa, le pide a su amada que toque, en vez de melodias triviales y aún cuando Odette toca muy mal el piano, la frase de la sonata de Vinteuil (l, 283-285), (l, 236-237). Y así como Proust elogia el significado emocional de la mala música (confrontar el episodio del cantante italiano en Venecia de La fugitiva)”, aqui’ el narrador resalta el valor de las malas ejecuciones. Sonidos falsos, torpes dedos, piano desafinado pueden dejarnos la visión más hermosa que nos queda de una obra. Proust no piensa como un profesional de la música, un técnico, un compositor e intérprete y menos como un musicógrafo, por razones ligadas a su concepción de la música y su modo de ser, según el cual, la música sigue ofreciéndose enigmática y próxima a lo metafísico. Pero además, es la tesis sostenida por George Piroué 4°, Proust piensa en música como amateur, lo que se debe a su formación. En las cartas dirigidas por Proust a su amigo, el compositor y director de orquesta R. Hahn“, el juicio de Proust se funda en razones más estéticas que técnicas y, sin embargo, su argumentación triunfa a veces sobre los conocimientos de Hahn, en la valoración de obras que Proust prefiere y que su amigo, más tradicional, objeta, como los dramas wagnerianos y Pelléas et Mélisande de Debussy, obras y estéticas musicales que tienen mucha importancia en la Recherche. Pero también, además de la distancia entre el yo creador y el yo cotidiano ya señalada, Proust destaca el enorme -en rigor infinito- recorrido de la música desde orígenes muy ligados a lo material hasta su esencia inmaterial. De un lado, aún en las manifestaciones más alejadas de esa esencia musical, se encuentra su 31 cree enamorarse de una obra maestra pues la relaciona con la figura de Céfora, hija