Página:Mitos y fantasías de los aztecas.djvu/132

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¿Capitanes, mexicanos (…)
venid acá, que todos armados vengan:
sus insignias, sus escudos, sus dardos!
Venid acá de prisa, corred (…)
¡Muertos son los capitanes,
han muerto nuestros guerreros,
han sido aniquilados!”

“Entonces se oyó el estruendo,
se alzaron los gritos,
y el ulular de la gente que se golpeaba los labios.
Al momento fue el agruparse,
todos los capitanes, cual si hubieran sido citados:
traen sus flechas, sus escudos”.

Y entonces la batalla comienza:
dardean con venablos,
con saetas, con jabalinas,
con arpones de cazar aves.
Y sus jabalinas furiosos y apresurados lanzan.
Cual si fuera capa amarilla,
Las cañas sobre los españoles se tienden…”
Fray Bernardino de Sahagún.

Este acto a la luz de la inteligencia y la descolonización nos demuestra la realidad de la invasión, conquista y colonización. El europeo venía a robar y a asesinar. No eran soldados de un ejército, no era una misión humanista, científica o diplomática. Los europeos venían a hacerse ricos a través de robar y asesinar, y en ello invirtieron su dinero y arriesgaron su propia vida. No existía ley, ni de Dios ni España. Eran corsarios que venían a robar oro y para ello, hicieron todo lo que estuvo a su

asesino alcance. Tratar de ocultar esta

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