Página:Mitos y fantasías de los aztecas.djvu/49

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altos niveles de autoridad. Desde el Telpochcalli, los niños eran estrictamente educados al respecto y debe de recordarse que cuando llegaron los europeos, los anahuacas tenían tres mil años de ir a la escuela. Cortés basó toda su estrategia en la mentira, el engaño y la intriga.

Comenzando con Diego Velázquez y los españoles de Cuba. Pero también con los propios compañeros de la expedición a quienes engañó, mintió y robó. Cortés llegó mintiendo al Anáhuac, afirmaba que él, era “el capitán de Quetzalcóatl” y que lo había enviado desde el otro lado del mar a restablecer su poder. El Tlatócan y Moctezuma muy tarde se dieron cuenta de que Cortés era un impostor, que mentía y sobre todo, que estaban frente a un invasor que provocó a propósito, una guerra civil para sacar la mejor parte.

La dirigencia mexica nunca pensó que Cortés y sus forajidos, serían capaces de aprovechar las debilidades estructurales e históricas, es decir, la trasgresión del pensamiento y religión de Quetzalcóatl y capitalizar las rivalidades entre los pueblos y el rencor que todos tenían en contra de la dominación mexica, que había trastocado las milenarias tradiciones religiosas, sociales y culturales heredadas de los toltecas.

Que era amante de Cortés.

El mexicano en general, es educado en una ideología criolla, en la que se justifica como “un acto civilizador” la conquista y la Colonia. Se alaba al extranjero que “llega, divide y vence”, sea Hernán Cortés, Maximiliano de Habsburgo o Carlos Slim. Lo usual es “aceptar que México es un país mestizo”, pero inmediatamente se presume del “abuelito español” y del color de la piel. De modo que muy pocos se sienten orgullosos de “su parte indígena”, y de ellos, muchos menos conocen la historia y cultura ancestral. Así que sí se aprende en el Libro de Texto a nombrar la batalla en la que los mexicas derrotaron a los invasores extranjeros como “Batalla de la Noche Triste”, se puede entender el por qué se reproducen estos mitos y fantasías colonizantes entre los propios

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