Página:Ninon Lenclos Cartas.djvu/25

De Wikisource, la biblioteca libre.
Esta página no ha sido corregida

DE NINÓN DE LENCLÓS 15

zones que le habían hecho renunciar á sus antiguos placeres y á sus mejores amistades.

Este ilustre epicúreo, habiendo hallado un día en su puerta una muchacha desmayada (1), la hizo socorrer y entrar en su casa por un simple impulso de humanidad. Pero apenas volvió en sí y la examinó, sintió su corazón interesado. Era ella joven y bo- nita; y al recobrar el conocimiento, creyó deber demostrar su gratitud á su bicnhechor, tocando en un arpa que tenía algunos aires que acompañó con el timbre de voz más seductor.

El filósofo, que había sido siempre entusiasta de la música, no pudo defenderse de este último atrac- tivo; y concibió en seguida el designio de acabar sus días con la amable cantadora. No le fué muy difícil determinar á este partido á una muchacha cuya profesión era correr las tabernas de los barrios de París, con un hermano; pronto halló placer en hacer la dicha de un hombre enamoradísimo que, en una de las mejores casas del barrio de Saint-Germain le proporcionaba la vida voluptuosa y tranquila que

“él mismo ha descrito en algunas de sus obras (2).

Aunque había pasado su vida en la corte como ayo de M. de Vendome y maestro de Luis XIII, siempre había dominado en él el gusto de la vida retirada. Las descripciones de la vida campestre le habían hecho preferir siempre este género de exis- tencia á toda otra. Este gusto se decidió del todo con la joven Dupuis que, prestándose gustosa á sus caprichos, se vistió de pastora de teatro para figurar con su amante, que quiso representar con ella

(1) Se llamaba Dupuis, y era d'Étampes, (2) Sus poesías no se encuentran más que en las colecciones; eran simples y sin elevación.