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22 MEMORIAS SOBRE LA VIDA

petabie y necesario al orden establecido por las for- tunas. Ninón en fin de amante iba á ser madre. Y sea que la disputa que sobrevino entre el mariscal de Estrées y el abate de Deffiat sobre los derechos que pretendian ambos tener al niño pudiera divertirla, sea que en efecto no se creyera ella bastante segura en su decisión para arricsgarla, lo cierto es que no se pronunció por ninguno de los dos, y que después de muchas discusiones tuvicron que convenir en que sólo la suerte podía decidir á quien pertenecería aquel fruto del amor. Trayéronse tres dados y la fortuna se declaró por el niño, negándose al abate Delliat, que hubicra he:ho quizá menos por su dicha que el mariscal.

Ninón consintió con placer cn ceder al mariscal de Estrées un bien porque tan interesado se mostraba; y consintió en privarse de él gustosa para abando- narlo á los cuidados tiernos y verdaderamente pater- nales que siempre tuvo por él,

El mariscal de Estrées destinó al servicio de la marina á este primer hijo de Ninón, que en adelante bajo el nombre de caballero de la Bossiére, adquirió el grado de capitán de navío. Heredero de los talentos de su madre, tuvo para la música el mayor gusto y disposición. Terminó sus días en Toulón hace treinta años á la más avanzada edad, pero sin haber perdido la devoción decidida que siempre tuvo al placer. Su gabinete estaba lleno de toda clase de instrumentos y obras de los mejores macstros. Todos los músicos que, durante su estancia en Toulón venían de Italia á Francia, ó volvían á Italia, se apeaban en su casa donde eran perfectamente recibidos con tal de tener la complacencia de hacerle oir hasta qué punto de perfección llevaban sus talentos.