Desde este barrio fuimos de regreso a través de la parte sur de la ciudad, a la Garita de San Cosme y a lo largo del gran acueducto de San Cosme, que fue construido por el trabajo forzado de los indios bajo los españoles hace más de trescientos años.
Tiene siete millas de largo y aún suministra agua a la ciudad; pero la compañía de ferrocarriles mexicanos esta poniendo tubos en su lugar, y pronto desaparecerá.
Cerca de la garita se encuentra el famoso, viejo ciprés bajo cuyas, o como dicen algunos, en las ramas del cual, Hernán Cortés y sus oficiales subordinados se escondieron en la "Noche Triste" mientras sus tropas e indios aliados iban abriéndose camino fuera de la ciudad y a través del atolladero en el que hicieron un puente con los cuerpos de sus muertos. El nudoso y torcido tronco del viejo ciprés tiene más de sesenta pies de circunferencia, y su edad puede ser entre uno y cuatro