europeas, mientras que tienen sus principales lugares de negocios en Colima, Guadalajara, y otras Ciudades en el interior. Una docena o dos de chozas de paja de tule o jacales habitadas por nativos, y esparcida irregularmente a lo largo de la playa y en las colinas, constituyen, con la Aduana, o "aduana marítima" que parece granero, el de resto de la ciudad, todo siendo un mero embarcadero o Almacén, para comercio interior.
Los estadounidenses y europeos, visten y viven tal como lo hacen en casa en sus propios países, y parecen disfrutar de la vida bastante bien, "considerando". La sociedad desde luego es limitada y selecta. Los nativos viven a la Mejicana, visten un traje que consiste en pantalón y camisa de Algodón blanco, y un sombrero de ala ancha. Esos en buenas circunstancias agregan un poncho, o manta mexicana de lana de fina textura, y quienes no tienen suerte se contentan con una camisa o un par de pantalones solamente: Si particularmente desafortunados se ingenian a pasarla sin, un sombrero y calzón de algodón grueso respondiendo cada propósito tolerablemente bien. Son excelentes navegantes, generalmente dispuestos a trabajar, y si se les ofrece empleo, con sueldos muy moderados. Las mujeres visten tan ligeramente como los hombres, y son en ninguna manera cautelosas de sus encantos personales. La gente saludó a nuestro grupo con cordialidad, pero manifestó poca curiosidad.
El Gobernador y sus amigos iban vestidos en traje europeo, y aunque generalmente ignorantes de nuestro lenguaje buscaban anticiparse a cada necesidad, y mostrar toda hospitalidad posible. Los comerciantes tomaron de posesión de nuestro grupo, nos dieron camas, y pusieron hospitalarias mesas para nosotros. Encontramos aquí en abundancia puros Capital y cigarritos, y muy baratos.
