Los sirvientes reciben de $5 a $8 por mes, en casos extremos $10, y son sumamente respetuosos y atentos. Vienen al sonar las palmas de las manos en lugar de la llamada de la campana, como con nosotros, y siempre se paran con la cabezas descubierta cuando se les habla, a pesar de lluvia, o de sol abrasador caliente.
A invitación del Señor Huarte, el grupo una noche cabalgó hacia los suburbios, y pasaron por su jardín privado, uno de muchos en las proximidades. Los terrenos, encerrados con un alto muro de piedra en la parte delantera, y una valla de postes en otros lugares, probablemente comprenden, en total, cerca de diez acres. Árboles y plantas llenan todo el recinto, sólo exceptuados caminos, y la variedad y riqueza de follaje y frutos va más allá de la descripción. Altas palmeras de coco, cubierto con fruta, se enseñorean en el aire en todas partes de los terrenos, y los plátanos, de los que hay cuatro variedades, rellenan debajo como una maleza, aunque tienen de quince a veinte pies de altura.
Luego hay árboles café con fruta roja, con hojas de color verde brillante; aguacates, o peras de cocodrilo; zapotes; cacao, o el árbol de chocolate; naranjas, limones, duraznos, limones dulces, limas, mangos, chirimoyas, piñas, toronja y una casi infinita variedad de frutas tropicales menores. Requeriría del espacio de una página completa para nombrarlos a todos. De flores, hay muchas, grandes y de tonos brillantes, pero generalmente carente de olor agradable. Es curioso ver la "zapatillas de dama" común en el norte, cultivada aquí junto a las chillonas flores de los trópicos, y considerado como algo muy raro y selecto. De plantas rastreras, hay cientos. Uno de estos tiene follaje como el ciprés, tan delicado como encaje, y hermosas flores rojas
En la de esquina el jardín se encuentra una gran casa de ladrillo
