criminal. Es una satisfacción saber que el bruto consiguió su merecido, y fue asesinado como una bestia salvaje en Sayula, por fin.
Rojas vino del distrito de Tepic, donde trabajó durante muchos años por una casa importadora extranjera, para oponerse por fraude, violencia, y cubierto de sangre, a Manuel Lozada, quien estuvo empleado en una casa rival.
Lozada finalmente triunfó, y tiene desde hace años una especie de monarquía independiente, con Tepic por capital, en la esquina norte del estado de Jalisco. Él se nombra si mismo "Manuel Lozada, jefe Natural del distrito de Tepic," no permitiendo a nadie compartir la Oficina y responsabilidades. San Blas sirve como un puerto de importación o contrabando para su reino, y como tiene un distrito de montaña que es impenetrable para fuerzas opuestas si es defendido en absoluto, su ejército, con dedicados seguidores como los de López en Paraguay, que puede ser aumentado a ocho mil o diez mil en pocos días, le permite desafiar al Gobierno Federal y llevar todas las cosas a su manera.
Originalmente fue un arriero, y es demasiado ignorante para escribir su propio nombre, pero tiene mucho capacidad para gobernar, con una naturaleza enérgica, e imperdonable. Pelar los pies de sus enemigos, obligándolos a caminar sobre brasas, es una de la más leve de las bromas en el que a veces permite. Para hacerle a justicia, mantiene orden excelente en el distrito de Tepic, no permitiendo a nadie más a asesinar o robar dentro de su jurisdicción. La República se ha visto obligada a tolerarle durante muchos años, porque no ha podido enviar una fuerza suficiente contra él para aplastarle de un golpe. De haber un período de la paz todo en toda otra parte de la República dentro de su tiempo, el Gobierno haría
