Página:Platón - La República (1805), Tomo 1.djvu/244

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hagamosles abanzar baxo la conducta de sus gefes. Acerquense ellos , y escojan en nuestro estado el lugar mas á proposito para acampar , de donde puedan reprimir mejor las sediciones de los de dentro, en caso de no querer obedecer á las leyes, y rechazar los ataques de los de fuera , si el enemigo viene como un lobo á caer sobre el rebaño. Fixados ya los reales y hechos los sacrificios á quien conviene que se hagan, levantarán para ellos las tiendas de campaña. No es así ? Glauc. Asi es. Soc. Tales que puedan ellas defenderles del frio y del calor. Glauc. Sin disputa; porque me parece que hablais vos de posadas. Soc. Si, de posadas de militares, pero no de banqueros. Glauc. Qué diferencia poneis de lo uno á lo otro ? Soc. Yo os lo explicaré. No habrá cosa mas triste y vergonzosa para los pastores que criar para la guarda de sus ganados perros , cuya intemperancia , hambre ó algun otro apetito desordenado , les incitase á maltratar las reses que se les habian confiado, y de perros que debian ser, convertirse en lobos rapaces. Glauc. No podia menos de ser cosa muy triste. Soc. Cuidemos pues de todos modos que nuestros guerreros no hagan lo mismo respecto de los otros ciudadanos , tanto mas , que tienen ellos la fuerza en la mano; y que en vea de ser sus defensores y protectores, se conviertan en duros desporas. Glauc. Es muy esencial prevenir este desorden. Soc. Pero el modo las seguro de prevenirle , no seria darles una