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SEIS PERSONAJES EN BUSCA DE AUTOR
recer descubiertamente verosímiles, porque son verdaderos.
El Director de la Compañia
Pero, ¿qué diablos está usted diciendo?
El Padre
Digo, que, realmente, podría estimarse como una locura el esfuerzo en crear absurdos verosímiles, para que parezcan verdaderos. Además, debo hacerle observar, que, si esto fuese locura, es la única razón del oficio de ustedes. (Los actores se agitarán indignados).
El Director de la Compañia
(levantándose y mirándolo de pies a cabeza)
(levantándose y mirándolo de pies a cabeza)
¿Ah, sí? ¿Le parece a usted que el nuestro es un oficio de locos?
El Padre
¡Hacer que parezca verdadero lo que no es, sin necesidad, como por juego!... ¿No es oficio de ustedes dar vida sobre el escenario a personajes imaginados?
El Director de la Compañia
(de pronto, haciéndose intérprete del desdén eredente de sus actores).
(de pronto, haciéndose intérprete del desdén eredente de sus actores).
¡Debo decir a usted, señor mío, que la profesión del cómico es una nobilísima profesión! Si
