Pensamientos (Rousseau 1824): 13

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PINTURA DE LA SALIDA DEL SOL.


Transportémonos á un lugar elevado ántes que salga el Sol. Ya se le vé anunciarse de lejos por los rayos de fuego que lanza como sus precursores: aparece todo el Oriente inflamado; se percibe el astro ántes de mostrarse; á cada momento parece versele aparecer; se le vé en fin. Un punto brillante destella como un relámpago, y al momento llena todo el espacio: se desvanece, y cae el velo de las tinieblas: reconoce el hombre su morada, y la encuentra llena de bellezas: durante la noche la verdura ha tomado un nuevo vigor; el naciente dia que la alumbra,

los primeros rayos que la doran, la muestran cubierta de una red brillante de rocío, que refleja á los ojos la luz y los colores: las aves se reunen en coro, y de concierto saludan al padre de la vida: en este momento ni una sola calla: su gorgeo débil aun es mas lento y mas suave que en el resto del día; se resiente de lo largo de un pacífico y sosegado dispertar. El concurso de todos estos objetos da á los sentidos una impresion de frescura que parece penetrar hasta el alma. Hay allí una media hora de encanto ó arrobamiento al cual ningun hombre resiste: un espectáculo tan grande, tan bello y tan delicioso, nadie puede mirarlo con indiferencia.