Academias: Los claveles
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Del tocado de la Aurora encarnados martinetes, si no son rojo matiz por donde la risa vierte; los que al príncipe del día toga de púrpura ofrecen, y en pabellones de luz son cortina de oriente; los que en laberinto de hojas, donde los ojos se pierden, para que salga la vista hilos de marfil previenen, sangrienta pluvia de flores, tantos al prado amanecen que anegarse los sentidos en tanta fragancia temen. De las joyas de Amaltea los más preciosos joyeles, tiernos rubíes, que hermosa prisión de esmeralda prende. Del ingenio del abril lucidos conceptos breves, y de la risa del Alba generosos descendientes. Dulces encuentros del aire, entretenidos juguetes, rojo coral que meció el Céfiro en cuna verde. Carmesí tapicería con que el prado se guarnece, y en los estrados de Flora de grana fina tapetes. Lo más florido del valle, el mayor blasón que tiene, galanes de esotras flores, los lindos de los vergeles. De la vista y del olfato adulaciones corteses que, en lisonjas de carmín, a los vientos desvanecen. El crédito son de Flora estos hermosos claveles, que en los solares del prado noble ejecutoria tienen.