Sea con grande secreto,
que si el de Aragón lo entiende
por su parte y se ofende,
quedo a su agravio sujeto.
BEATRIZ:
La ventura ha sido tal
de venir a vuestra casa,
que de los límites pasa
de mi desdicha inmortal.
Que espero en vuestro favor,
viendo que tengo justicia,
que os cansará su malicia,
y que os moverá mi honor.
Mi padre, a quien por la edad
desagrada la pobreza,
a la privanza y riqueza
inclina la voluntad;
amo a don Juan de Padilla,
juzgad si tengo razón,
y hame dado al de Aragón,
gran caballero en Castilla,
pero de mi gusto no;
y con tan forzado "sí,"
que el dolor con que le di
de lágrimas le formó.
Y estoy tan aborrecida,
que cuando pudiera ser
venir a ser su mujer,
pienso quitarme la vida.