¿Para qué tratamos dello
si la guerra de allá fuera
nuestras entrañas altera
y se ha de asir de un cabello?
Antes, pues, que Tucapel
dé con su furia ocasión
a atravesarme con él,
digo que tiene razón
y que te rijas por él.
Acomete a don García,
no entienda que es cobardía
la paz que propongo aquí,
que entre amigos hablo ansí
por bien de la patria mía;
pero cuando esté en la guerra,
yo solo al bravo español
arrojaré donde cierra
con llave la noche al sol
porque no vuelva a esta tierra.
¿No es coronel de su campo
don Luis, que con el blasón
de los Toledos estampó?
Y el capitán Juan Ramón,
¿no es su maestre de campo?
¿Don Pedro de Portugal
no es el alférez mayor
y el sargento principal,
Pedro de Aguayo, en valor
con los de Córdoba igual?