Primero, cada longitud eclíptica de cada estrella y objeto celeste del Catálogo de Estrellas de Ptolomeo la he transformado de los 0° a 30° a la longitud actual de 0° a 360°. Luego las coordenadas ecuatoriales (equinoccio 2000.0) de esas mismas estrellas (1022) y objetos celestes (6) de Ptolomeo las he transformado a longitudes eclípticas según el equinoccio 2000.0. La diferencia entre las longitudes eclípticas de Ptolomeo menos las longitudes eclípticas (equinoccio 2000.0) nos da, en grados sexagesimales, la precesión de la estrella u objeto celeste.

Después, anualmente para cada estrella y objeto celeste, desde el año 500 a.C. hasta el 500 d.C., he utilizado dos métodos para hallar el año aproximado de su observación.

Para el primer método y para cada estrella y objeto celeste, y su correspondiente año, he considerado sólo la precesión de los equinoccios transformando esas coordenadas ecuatoriales corregidas a las coordenadas eclípticas según el equinoccio de la fecha.

Para el segundo método y también para cada estrella y objeto celeste, y su correspondiente año, consideré la precesión más la nutación, el movimiento propio en ascensión recta y en declinación del objeto celeste y por último la aberración de la luz transformando esas coordenadas ecuatoriales corregidas a las coordenadas eclípticas según el equinoccio de la fecha.

Finalmente esas coordenadas eclípticas son interpoladas, por el método de interpolación polinómica de Lagrange, según un factor de interpolación siendo la coordenada eclíptica de Ptolomeo de cada estrella u objeto celeste, determinándose así el año aproximado de su observación.

• Promedios generales según las 1022 estrellas y los 6 objetos celestes:
  
• Cantidad (promedio) de grados sexagesimales de precesión: 27° 4’ 15”.
  
• Año (promedio) de las observaciones (con Movimiento Propio): 56,4 d.C.
  
• Año (promedio) de las observaciones (sin Movimiento Propio): 57,1 d.C.
  

Los primeros en confeccionar un catálogo de estrellas fueron los astrónomos griegos Timocares de Alejandría y Aristilo que realizaron sus observaciones en el S. IV a.C. y en la Escuela del primero.

Siglo y medio más tarde, Hiparco de Nicea (S. II a.C.) utilizó el catálogo de esos dos astrónomos anteriores y determinó la precesión de los equinoccios, es decir que la longitud de las estrellas variaba en posición a lo largo de determinado período de tiempo mientras que la latitud quedaba prácticamente fija.

Ya en la era cristiana Claudio Ptolomeo realizó sus observaciones desde el 127 d.C. al 141 d.C. validando el descubrimiento de la precesión de los equinoccios observada por primera vez por Hiparco de Nicea. Ver Observaciones en el Almagesto.