Aspiraciones para la Venida del Niño Dios

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Gozos:

-Dulce Jesús mío,

mi niño adorado,

¡ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Oh sapiencia suma

del Dios soberano,

que al nivel de un niño

te hayas rebajado!

-¡Oh Divino Niño,

ven para enseñarnos

la prudencia que hace

verdaderos sabios!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Oh, Adonaí potente

que, a Moisés hablando,

de Israel al pueblo

disteis los mandatos!

¡Ah! ven prontamente

para rescatarnos.

Y que un niño débil

muestre fuerte brazo!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Oh raíz sagrada

de José, que en lo alto

presentas al orbe

tu fragante nardo!

-¡Dulcísimo Niño

que has sido llamado

lirio de los valles

bella flor del campo!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Oh lumbre de Oriente

sol de eternos rayos,

que entre las tinieblas

tu esplendor veamos!

¡Niño tan precioso,

dicha del cristiano,

luzca la sonrisa

de tus dulces labios!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Llave de David

que abre al desterrado

las cerradas puertas

del regio palacio!

¡Sácanos, Oh Niño,

con tu blanda mano,

de la cárcel triste

que labró el pecado!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Rey de las naciones,

Emmanuel preclaro,

de Israel anhelo,

pastor del rebaño!

¡Niño que apacientas

con suave cayado

ya la oveja arisca,

ya el cordero manso!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Espejo sin mancha

Santo de los santos,

sin igual imagen

del Dios soberano!

¡Borra nuestras culpas,

salva al desterrado

y, en forma de Niño

da al mísero amparo!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Abranse los cielos

y llueva de lo alto

Bienhechor rocío,

como riego santo!

¡Ven hermoso Niño!

Ven Dios humanado

luce, hermosa estrella,

brota flor del campo.

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Ven que ya María

previene sus brazos

do su niño vean,

en tiempo cercano!

¡Ven, que ya José,

con anhelo sacro,

se dispone a hacerse

de tu amor sagrario!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-¡Del débil auxilio

del doliente amparo,

consuelo del triste,

luz del desterrado!

¡Vida de mi vida,

mi dueño adorado,

mi constante amigo,

mi divino hermano!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-Véante mis ojos,

de ti enamorados!

Bese ya tus plantas,

bese ya tus manos!

Prosternado en tierra

te tiendo los brazos,

y aún más que mis frases

te dice mi llanto!

¡Ven a nuestras almas!

¡Ven no tardes tanto!


-Ven, Salvador nuestro,

por quien suspiramos,

Ven a nuestras almas,

ven no tardes tanto!