Atalaya de la vida humana: 281
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Libro III - Capítulo I
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Atalaya de la vida humana III | Mateo Alemán |
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Donde refiere todo el resto de su mala vida, desde que a España volvió hasta que fue condenado a las galeras y estuvo en ellas
Despedido Guzmán de Alfarache del capitán Favelo, diciéndole ir a Sevilla, se fue a Zaragoza, donde vio el arancel de los necios
Cuando con algún fin quiere acreditar alguno su mentira, para traer a su propósito testigos, busca una fuente, lago, piedra, metal, árbol o yerba con quien la prueba, y luego alega que lo dicen los naturales. Desta manera se les han levantado millares de testimonios. Él es el que miente y cárgaselo a ellos. Yo aquí haré al revés, porque no mintiendo diré su mentira, y no porque yo afirme que lo sea, sino porque lo parece, y debe de ser verdad, pues Apolonio Tianeo lo toma por su cuenta y dice haber visto una piedra, que llaman pantaura, reina de todas las piedras, en quien obra el sol con tanta virtud, que tiene todas aquellas que tienen todas las piedras del mundo, haciendo sus mismos efectos. Y de la manera que la piedra imán atrae a sí el acero, esta pantaura trae todas las otras piedras, preservando de todo mortal veneno a quien consigo la tiene.