Si no corta el tiempo ingrato
el hilo a mis pensamientos,
pagarán este favor
--aunque mis merecimientos
no igualen a su valor--
nobles agradecimientos
de un pecho por vos honrado.
Pero no me había acordado
de daros el parabién
del cargo, señor, que ven
estos reinos empleado
tan bien en vos. Largos años
gobernéis esta corona,
porque restauréis los daños
que la desdicha pregona
de sucesos tan extraños.
Que si quedó Portugal
y su corona real
huérfana y llena de luto,
cogiendo violento el fruto
el tirano universal
de nuestro rey malogrado,
porque quede consolado
y el llanto pueda enjugar,
vos quedáis en su lugar
para gobernar su estado;
pues muerto el rey don Düarte,
señor nuestro y vuestro hermano,
nadie llenará esta parte
sino el valor soberano
que en vos el cielo reparte;
y el niño rey, que ya está
en vuestra ilustre tutela,
en vos, gran señor, tendrá
una general escuela
en quien acrecentará
el valor que conjeturo;
pues porque viva seguro
con el valor que merece,
venís a ser, mientras crece,
él la hiedra y vos el muro.