Creyóse que en las cortes que se han hecho
viniese a ellas el señor infante
a tomar la corona con el pecho
que se la ofrece reino semejante;
mas él, fundado en natural derecho
de tierno amor y de piedad constante,
quiere que herede don Alfonso el quinto,
y no pueda salir del laberinto.
El reino junto en votos dividido
salió, y dejó la causa sin sentencia,
por si fuese el infante persuadido
con razones que enseña la experiencia.
EGAS:
Al cielo santo le suplico y pido
abra los ojos de su real prudencia
al infante don Pedro, que reciba
el noble reino, y largos años viva.
Sale ACUÑA
ACUÑA:
Caballeros ilustres y leales
del reino más ilustre, leal y santo
que mira con sus ojos inmortales
el sol hermoso que os envidia tanto,
parece, si no mienten las señales,
que con recelo, con temor y espanto
os retiráis, cuando el señor infante
muestra la fe de su valor constante.
El reino le ofrecistes a su alteza,
como tío del príncipe heredero,
temiendo de su edad que su cabeza
no puede sustentar un muro entero;
mas el infante, cuya real nobleza
le muestra descendiente verdadero
de sus heroicos padres, no permite
que al legítimo dueño se le quite.
Y yo, que del infante valeroso
antiguo y noble consejero he sido,
estoy de su constancia más glorioso
que si hubiera en el África vencido;
y ansí os vengo a pedir, reino famoso,
que estiméis su valor, y sea servido
el niño rey, en cuya tierna mano
le pongáis este reino lusitano.