Compendio de la filosofía moral/47
CAPÍTULO VIII.
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Así lo entendieron los Estoicos en aquellas famosas sentencias, en las quales enseñaban, que ninguno puede ser rico, ninguno noble, ninguno señor, ninguno sano, ninguno bello, sino es el sabio; en cuyas sentencias reunieron todo el orgullo de su filosofía.
Hay gran disputa, y no muy facil de declarar, sobre la manera en que Aristóteles tomó este mismo nombre; porque habiendo él puesto á la sabiduría como quinta entre las virtudes intelectuales, da á entender que quisiese distinguirla, no solamente de todas las virtudes morales, sino tambien de las quatro intelectuales, que ya hemos explicado. Y por lo que hace á la prudencia y al arte, no hay duda alguna en que la distingue; pues siente que la sabiduría mira las cosas necesarias, eternas, inmudables, universales, las quales no son objeto ni del arte, ni de la prudencia.
Y aun parece que haya querido distinguirla de la ciencia; pues dixo, que la ciencia mira no á los principios, sino solamente á las conseqüencias, y que la sabiduría se dirige á las unas y á los otros; y con esto la distingue tambien del entendimiento, el qual atiende solamente á los principios. Las palabras de Aristóteles son claras en aquel lugar donde dice: .... ..... [2]
Y de aquí podria alguno inferir, que, segun Aristóteles, la sabiduría deberia confundirse con el entendimiento y con la ciencia, tomándose por una misma cosa, como si la sabiduría no fuese otra cosa que un entendimiento excelentísimo junto á una excelentísima ciencia. Esto tambien parece que lo dexó escrito Aristóteles, quando hablando de la sabiduría la llama ciencia y entendimiento ..... [3]; y poco después ..... [4]; esto es, la sabiduría es una ciencia y un entendimiento de aquellas cosas que son por su naturaleza muy excelentes. Sin embargo, queriendo Aristóteles que la sabiduría sea una ciencia que tenga por objeto las cosas muy sublimes por su naturaleza, parece en cierto modo que la distinga de las ciencias comunes. ¿Pues que ciencia será esta? Ademas de que, si quiso Aristóteles formar una virtud uniendo dos entre sí, hubiera podido del mismo modo formar otras muchas juntando las unas á las otras.
Veamos, pues, como podemos explicar esta tan obscura sabiduría, sin apartarnos, en quanto sea dable, ni de Aristóteles, ni de la verdad. A mí me parece que semejante sabiduría no es otra cosa que la Metafísica, la qual ciertamente trata de las cosas prestantísimas y nobilísimas, ocupándose acerca de las verdades abstractas, que son eternas, é inmudables; por lo qual desde luego se ve que ella se distingue de la prudencia y del arte.
Y porque la Metafísica elevándose mas que las otras ciencias, busca las razones de los principios y los demuestra, por esto parece que se distinga tambien del entendimiento y de la ciencia; pues el entendimiento considera los principios, y la ciencia los sigue sin demostrarlos. Y puede tambien la Metafísica llamarse en cierto modo entendimiento y ciencia, pues se ocupa acerca de los principios, que es lo que hace tambien el entendimiento; y los demuestra por via de argumentacion y de discurso, lo qual es propio de la ciencia. Luego parece que la Metafísica, distinguiéndose, como es indubitable, de la prudencia y del arte, se distinga tambien del entendimiento y de la ciencia, y no obstante pueda llamarse tambien ciencia y entendimiento, y tenga en suma todas las condiciones que Aristóteles requeria en aquella su sabiduría tan sublime y tan obscura: ¿pues por que no dirémos que baxo este nombre entendiese la Metafísica?