Discurso de Ernesto Zedillo Ponce de León con motivo de los acontecimientos ocurridos en Acteal, Chiapas

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Los Pinos, 23 de diciembre de 1997.

Versión estenográfica del pronunciamiento que hoy hizo el presidente Ernesto Zedillo, en torno a los acontecimientos ocurridos en Acteal, Chiapas, desde la residencia oficial de Los Pinos.

Buenas tardes:

Los acontecimientos del día de ayer en la comunidad de Acteal, Chiapas, donde un grupo de personas, en su mayoría mujeres y niños, fueron asesinados cruelmente, constituyen un hecho que llena de luto a toda la nación, es un hecho que nos duele y agravia a todos los mexicanos.

El pueblo de México rechaza la violencia bajo cualquiera de sus formas y, más aún, cuando ésta se dirige contra mujeres y niños. No existe ninguna causa, ninguna circunstancia que pueda justificar éste o cualquier acto de violencia. La violencia es, por definición, un acto criminal, y eso fue lo que ocurrió el día de ayer en Acteal: un cruel, absurdo, inaceptable acto criminal que sólo puede tener como respuesta la aplicación más firme y severa de la justicia.

Quienes han participado en la planeación y ejecución de este crimen deben recibir todo el peso de la ley, con independencia de su condición social, política o religiosa, ya que nada puede justificar la atrocidad que han cometido.

El Gobierno de la República no permanecerá pasivo ante estos graves acontecimientos. Escuchamos y atenderemos el reclamo de todos los mexicanos por el pleno esclarecimiento de los hechos y el fincamiento cabal de responsabilidades.

En consecuencia, he instruido al Procurador General de la República para que la investigación y la persecución de los delitos cometidos se atraigan a la competencia federal. He ordenado que no se escatime recurso alguno para lograr la identificación y el castigo de los culpables de este crimen.

Asimismo, he solicitado a la Comisión Nacional de Derechos Humanos que preste su apoyo y asistencia humanitaria a las comunidades de la zona donde se han presentado los hechos de violencia.

Estos son sólo los primeros pasos de muchos que habrán de darse para evitar que este crimen derive en más hechos de violencia en las comunidades de esa zona del estado de Chiapas.

El Gobierno Federal le ha expresado al Gobierno del estado de Chiapas su interés y decisión de coadyuvar en todas las acciones que se determinen necesarias para prevenir otros enfrentamientos entre grupos de la zona, ya que los acontecimientos han mostrado que los recursos en este momento a disposición del Gobierno del estado son insuficientes para procurar las condiciones de seguridad que requiere la población. De ahí la determinación del Gobierno Federal de otorgar todo el apoyo necesario a las autoridades estatales.

Los acontecimientos de Acteal otorgan una razón muy triste, pero muy poderosa, para hacer un nuevo llamado al diálogo, la conciliación y la paz en el estado de Chiapas.

El Gobierno de la República reafirma su indeclinable voluntad de llegar a acuerdos que dentro del marco de la Constitución, que debe regir a todos los mexicanos, establezcan las condiciones para que en todo el estado de Chiapas haya tranquilidad y se superen los problemas sociales, y las ancestrales injusticias que están en la raíz de muchos de los hechos de violencia que han sufrido los chiapanecos en los últimos años.

La tragedia, que hoy lamentamos con todo nuestro dolor, lejos de sembrar más odio y división entre los chiapanecos, debe impulsarnos a todos hacia el camino del rechazo a la violencia, del entendimiento y de los acuerdos para lograr la paz y la justicia social en todo el estado de Chiapas.

Gracias, por su atención.