Que si a Mastrique miráis
su defensa y fortaleza,
veréis, señor, cómo entrar
es imposible.
DUQUE DE PARMA:
¿Qué haré?
GABRIO:
Iros a tierra que os dé,
para que la entréis, lugar;
con menos gente de guerra,
que esta plaza está muy llena.
DUQUE DE PARMA:
Toda opinión es ajena,
¡pues yo he de tomar la tierra!
Ahora bien, yo quiero alzar,
junto al foso en cierta forma,
una cierta plataforma...
GABRIO:
Bien será si os dan lugar.
DUQUE DE PARMA:
... a manera de montaña
donde, puestos los cañones,
bata hasta las intenciones
con que Mastrique me daña;
por debajo haré una mina,
y será ardid belicoso
ir siempre cegando el foso
con tierra, leña y fajina.
Tome cualquiera soldado,
de guarda o no de guarda, entre
la leña y ramas que encuentre,
un manojo grande atado;
sírvale de su defensa
para la arcabucería,
y en el foso cada día
le ira echando sin ofensa,
que así pretendo tomar
a Mastrique, ciego el foso.