Con el crédito he llegado
al tercio de los valones,
pero a mis justas razones
aun oidos no han prestado.
Pues, ¿cómo me prestarán
los dineros que les pido,
si aun no me prestan oido
el tudesco y alemán?
Dicen que cuando le piden
paga al Duque, y de comer
los quiere robar, por ver,
si por pagar, se despiden.
No sé en que podrá parar
esta empresa sin dineros,
y los contrarios tan fieros,
y en tan seguro lugar.
No sé, por Dios, si me atreva
a los españoles hoy;
temblando de hablarlos voy,
que la pretensión es nueva.
(Entren todos los soldados que puedan,
PEREA, AÑASCO, RIBERA,
CAMPUZANO, ALONSO GARCÍA,
AYNORA, MARCELA.)
Pero ¿qué se puede hacer?
Yo lo tengo de intentar
con un discreto callar
a un airado responder.
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