¿Agora sabes, Ricardo,
que es la comedia un espejo,
en que el necio, el sabio, el viejo,
el mozo, el fuerte, el gallardo,
el rey, el gobernador,
la doncella, la casada,
siendo al ejemplo escuchada
de la vida y del honor,
retrata nuestras costumbres,
o livianas o severas,
mezclando burlas y veras,
donaires y pesadumbres?
Basta, que oí del papel
de aquella primera dama
el estado de mi fama;
bien claro me hablaba en él.
¿Que escuche me persuades
la segunda? Pues no ignores
que no quieren los señores
oír tan claras verdades.