Decidme, pues, ¿qué ha tenido
Astolfo que yo no sé,
qué humor inquieto y severo
andar tan triste le hace?
CANDIL:
Yo lo diré, todo nace
de tener poco dinero.
Perdió ayer el que tenía,
que, a imitación de las gentes,
hay barajas maldicientes
y dicen mal cada día.
Si bien ya cosas se ven,
que esto no es lo principal,
pues a las que dicen mal
hay quien las haga hablar bien.
Yo me acüerdo cuando era
agravio el decirle a un hombre
fullero, porque era nombre
que escucharse no debiera
sin mentís; pero después
que a ser llegó habilidad,
agravio es con más verdad
decirle que no lo es.
Flores se descubren hartas,
sin ser mayo, cada día:
¿qué más que haber fullería
al juego de sacar cartas?